domingo, 13 de julio de 2025

EL ENTENDIMIENTO

           Es lo que pensamos, entendemos o creemos, lo que nos lleva a crear el Universo de nuestra existencia. Un Universo que sólo existe en nuestro sueño, en nuestra mente y que sin embargo, impide que veamos el mundo o Universo real en el que existimos.

          Hemos creado religiones que han ido describiendo este Universo en el que queremos existir, sin darnos cuenta que sólo podemos existir en la Realidad de un Ahora, que no puede ser explicado, pues sólo puede manifestarse fuera del tiempo y del espacio, que no puede ser pensado u observado, pues su manifestación es como Uno, como Individualidad.

          El que nosotros en la diversidad, veamos, observemos o pensemos que las individualidades están compuestas de partes, siendo esto lo que estudiamos para entender las infinitas individualidades que nos rodean. Hemos olvidado y no tenido en cuenta es: que llamamos individualidad a un Todo, y que al final todas las individualidades, incluso siendo un número infinito, sólo puede manifestarse como una sola Individualidad.

          Esa Individualidad, en la que no puede existir una individualidad separada de Ella, que carece de mitades separadas, que desconoce la existencia propia o de otras individualidades, es lo que hemos llamado Dios y hemos tratado de explicar en las diferentes religiones. Explicando nuestra relación con esa divinidad en filosofías que han tratado de analizar, cómo se relacionan las partes de esa Divinidad y las de nuestra manifestación como mitad separada.

          Nuestra mitad, es la creación de la mitad Dios. Lo que no hemos llegado a entender, que debido a la separación cada mitad está creando la otra, no en la realidad sino en nuestro entendimiento y manifestación de convivencia.

          Tuvimos unos dioses que nos controlaban y que nos enfrentaban, para al final, entrar en guerras ellos mismos, al querer establecer no solamente cómo debíamos vivir, sino cómo tenían que relacionarse y controlar nuestra existencia.

          Al crear un solo Dios, este tuvo que ser nuestro Creador en un Universo que tuvo que crear separado del Suyo en el que teníamos que adorarle y servirle, si queríamos vivir y existir un día en Su mundo, retornando a vivir en un mismo hogar, en habitaciones separadas.

          Lo que no hemos llegado a entender, es lo que durante miles de años, nos han explicado aquellos que dicen hablar con Dios, que ha sido escrito en libros que de alguna manera, pensamos que debemos cumplir la letra de lo escrito, a pesar de ser creados libres y tener la Libertad como Naturaleza. Algo que no puede establecerse de forma diferente, teniendo en cuenta que el Dios Único tiene por Naturaleza el Amor.

          El Amor es la pérdida del yo propio, lo que hace que desaparezca el tú o demás. Es el nacimiento de la Unidad como individualidad, en la que no hay partes. La pareja es Una Individualidad, la familia es Una Individualidad, la Humanidad es Una Individualidad, como lo es el Universo, como lo es Dios.

          Las religiones nos hablan de ello, pero lo que hemos entendido es que hay que destruir a la otra mitad, porque Dios o nuestro Yo real, sólo pueden ser llamados por el nombre que le hemos dado.

          Destruir una mitad de cualquier Todo, implica la destrucción de la otra mitad. Cuando tratamos de destruir el Mal, estamos destruyendo el Bien, pues ninguna individualidad, puede carecer de dos mitades opuestas.

          Podemos usar las manos mientras los pies están inactivos o parados, pero si destruimos los pies las manos tendrán que aprender a caminar.

          Como Todo, lo que la Religión nos enseña es que cualquier daño, abuso, bien, ayuda, amor u odio que damos o realizamos, nos lo damos o hacemos a nosotros mismos, y tarde o temprano, seremos sus receptores.

          Amar al prójimo como a nosotros mismos o amar nuestra Unidad o manifestación, es simplemente el recordatorio de que somos una Individualidad. El leerlo o entenderlo no es suficiente, pues es lo que alguien ha dicho o pensado, incluso puede haberlo vivido, pero solamente la comida que nuestra individualidad come, nos permite servir a la Individualidad en la que pensamos estar integrados.

          Solamente nuestra manifestación como Amor, permite que Dios viva y que el Universo sea nuestro Hijo amado.

1 comentario:

  1. Que bien hilada la última frase del escrito.
    Al final,si es que habría un final en lo dicho y entendido,al final nos convertimos en lo que comemos, más que en lo que pensamos,decimos o entendemos. Al fin y al cabo el Ser,Dios,se alimenta de energía en forma de pensamientos, sentimientos y emociones y su manifestación en la parte o individualidad es natural, espontánea y no gracias a un yo que come o piensa.
    Somos parte y totalidad, simultáneamente. Somos cómo una "vaca"comiendo pasto todo el día. Comiendo energía, comiendo vacío,nada, siendo una nada o unidad orgánica funcional siendo,donde parte y totalidad son indistinguibles y el AMOR ES.

    Feliz ahora.

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