jueves, 29 de diciembre de 2016

CHUFLA, CHUFLA


        No totalmente real, tiene parte real y ficción. Un viajero de una compañía aérea, casi se muere de hambre y sed, por negarse a pedirlo en una lengua, que entendiesen los miembros de la tripulación.
        Al parecer a pesar de saber otros idiomas, se empecinó en pedirlo en catalán, que no es una lengua obligatoria en esa compañía, y que al parecer no hablaba ningún miembro del servicio de pasajeros.
        Nada como pensar por uno mismo, saber que te darán de comer por ser tan patriota y haberse aprovisionado en casa, porque patriota sí, pero no tonto, que hay siempre que actuar guardándose la tripa.
        Es que pedir respeto es muy moderno y democrático, pero seguir las normas, leyes o respetar a los demás, no está en el ánimo o educación de los pedigüeños.


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