sábado, 23 de febrero de 2019

ESTAR AL LADO DE LAO TSE

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El Tao que puede ser nombrado no es el Tao eterno.
El nombre que puede ser pronunciado no es el nombre eterno.
Lo Innombrable es el principio del Cielo y la Tierra.
Lo Nombrable es la madre de las Diez Mil Cosas.
Sin deseos se puede ver el Misterio; Con deseos se puede ver sus manifestaciones.
Los dos brotan de la misma fuente, pero tienen diferentes nombres para una misma realidad.
Oscuridad dentro de la oscuridad, Profundo misterio, Puerta de la transformación de todos los seres.

          Este es quizás el cristal con cuyo color hay que leer el Tao Te King.
          Del verbo ser o estar, y el lado o “lao” en andaluz y para muchas personas, nace el título del escrito: “Ser Lao Tse”.
          El Tao que puede ser: “Nombrado, percibido o pronunciado”, no es el Tao Eterno, el Verdadero si es que alguno no lo fuese.
          El Tao que algo puede pronunciar, percibir o nombrar, es lo Divino, el Cielo, Dios, el Uno.
          Aquello que tiene una individualidad y puede ser Nombrado, es lo que existe en la discriminación, en la dualidad, en las Diez Mil Cosas.
          Cuando el Sabio vive de acuerdo con el Tao, no deja de ser Tao, pero siendo Sabio, camina en Él.
          Cuando nos esforzamos en convertirnos en Sabios que vivan de acuerdo al Tao, estamos tratando, de alcanzar el Cielo donde existe lo Innombrable de la Tierra.
          Todos los aforismos del Tao Te King, tratan de explicarnos cómo caminar en el Tao, cómo llegar a las metas del Tao, pero debemos leerlos con el cristal que determina el color de lo escrito, que es presentado en el primer aforismo:
          “El Tao que puede ser nombrado no es el Tao eterno”.



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