sábado, 24 de octubre de 2020

LOS PELDAÑOS


 Debido a mi esfuerzo y dedicación,

Llegué al séptimo cielo, donde vive Dios.

Todo iluminado,

Me sentí abrumado,

Al no poder verlo,

Cegado por tanta luz.

Le pregunte por la oscuridad,

Respondiéndome que se había desterrado,

al ser destruida mirada por la Luz.

¿Dónde se ha ido?,

Al Octavo cielo, donde esperará eternamente,

Que al unirse las dos,

Dios no pueda verlas,

Al no poder ellas

Buscarle o encontrarle,

Por nacer en su unión.



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