miércoles, 16 de diciembre de 2020

FELICITACIÓN

           Me gustaría creer, que debo felicitar a alguien por la llegada de la Navidad, por recibir un Año Nuevo en el que sólo caben los sueños.

          Pero quién soy yo, para determinar lo que Dios ha nacido en el corazón de alguien.

          Cómo felicitar a alguien por el año que ha creado, sin saber cómo lo ha utilizado, y lo que ha encontrado en este año que nos abandona.

          Nos llegan unas fiestas, en las que celebramos el Nacimiento de la Luz, del Amor de Dioses en nuestro corazón, del Nacimiento del Niño Eterno, que nace al morir el año.

          Quién más indicado que nosotros mismos, para sentir satisfacción no por logros de bienestar y económicos, sino por aquellos que acercan la Navidad y el comienzo de un sueño, a nuestro Ser, a nuestros corazones.

          Felicitándonos o comprometiéndonos a cambiar, no en el Año Nuevo, sino en este mismo Ahora, en el que comienza el año, la vida, nuestro principio.

          Por lo que no me atrevo a felicitar a nadie, sólo desear que vuestro hacer me ayude a cumplir con mis responsabilidades para con la Vida, con la Navidad, con la conclusión y comienzo de cada Ahora.

          Por lo que me limitaré, a felicitar a la Navidad al Nuevo Año y agradecer al que se va, por recordarnos que la Luz puede nacer en cualquier momento, que no hay nada que termine sin un nuevo comienzo.



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