miércoles, 4 de agosto de 2021

EL MEJOR AMIGO

           Gastamos nuestra vida, tratando de encontrar amigos, que nos ayuden a llenar nuestra soledad.

          Son innumerables las frases que enumeran, lo que debe hacer y las condiciones, que alguien debe cumplir para ser nuestro amigo.

          Pero al final buscamos tan afuera, que nos perdemos en lugares desconocidos, al no tener en cuenta los Conceptos que mapean el lugar.

          Amigo es: el hermano de diferente madre, alguien a quien amamos y nos entregamos, esa persona que siempre ocupa el lugar donde estamos, porque no puede ausentarse de nuestra vida.

          Pero buscamos que alguien, nos ponga en su vida, que podamos ignorar nuestra falta de aceptar amigos, aceptándonos como amigo suyo.

          Para ello olvidamos lo que somos, nuestra responsabilidad para satisfacer a los demás, para darles o comprar el que acepten que seamos sus clientes amigos.

          Ello conlleva que la felicidad nos llega, sólo cuando estando con esas personas, olvidamos estar con nosotros, alguien a quien no consideramos amigo, ni nos consideramos amigos.

          En cambio, hay un cuerpo, sin el que no seriamos reconocidos, sin el que no podríamos hacer nada en esta vida, sin el cual no podríamos sentir que vivimos, un cuerpo que es sólo un montón de carne, huesos y fluidos que no sufriría por estar enfermo, cansado o por no tener deseos. No puede comer, no puede ver, no puede saber que está vivo, si no fuese por nosotros, que lo ocupamos.

          Una mente, pensando continuamente, pensamientos deshilvanados, sin dirección, esperando que nosotros podamos enseñarla a dirigir los pensamientos en una dirección que nos lleve a nosotros al cielo en la Tierra, a la felicidad, al conocimiento, a la Sabiduría.

          Unas emociones, que son como fuego en el que se consumen siendo el combustible, esperando que nosotros las dirijamos hacia nosotros mismos u otras formas de Vida.

          Todos ellos, son los que nos acompañan continuamente, y nosotros usamos para encontrar el que alguien nos acepte como amigos y no sentir la soledad de estar con nosotros mismos.

          Pero usar a otros para no sentir nuestra soledad, no es de amigos. Comprar a alguien para que nos acepte, tampoco es de amigos. Mostrarnos como les gusta a otros, para que nos permitan acompañarlos, tampoco es de amigos.

          El desprecio, las acusaciones, a nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestras emociones, que son nuestra responsabilidad, tampoco es de ser buenos amigos.

          Y es que hay un amigo que siempre nos acompañará, en los buenos y malos momentos, en la enfermedad y la salud, en la necesidad y la abundancia, con compañías indeseadas o con las deseadas, y podríamos enumerar que en cualquier: tiempo y circunstancia o condición, que somos nosotros mismos.

          Nunca encontraremos un amigo mejor que nosotros, porque si no lo somos, tendremos que vendernos o comprar la amistad de los demás.

          Estando a gusto con nosotros mismos, podremos ayudar a los demás a sentirse a gusto en nuestra compañía, por poco deseada que sea la suya.

          Nadie podrá acercarnos tanto a lo que somos, como nosotros mismos, y es que la frase de: Ama al prójimo como a ti mismo, nos recuerda que si tenemos la amistad o el Amor en nosotros, al incluir a los demás, dejarán de ser prójimo.



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