viernes, 17 de noviembre de 2023

CORRUPCIÓN

           No importa a la época que nos remontemos, en ella encontramos cómo crece la corrupción, la injusticia, abusos y violaciones, en el caldo de cultivo de la Indignidad.

          Si miramos en la mitología, vemos dioses peleando entre ellos por el poder, con mentiras, engaños y traiciones. O bien transformándose en algo para conseguir engañar a alguien, sea una o un joven, o que tiene algo que desean.

          En la Biblia, reyes elegidos por Dios, envían a soldados o mandos a la guerra para que mueran y conseguir a sus esposas. O bien tienen que destruir lo que sea para conseguir apoderarse de lo que tienen otros.

          En la mayoría de esas religiones, vemos cómo los grandes sacerdotes, exigen obediencia y sacrificios al pueblo, a lo que dicen porque es lo que su dios ha dicho y desea.

          En las civilizaciones, avanzadas o retrasadas, vemos las intrigas, los asesinatos, los engaños, las falsedades, sólo para conseguir el poder y deshacerse de la competencia.

          Vemos esos poderes, mandando al pueblo, a los vasallos, a los esclavos, a asesinar, robar y violar a quien tiene algo que desea y es más débil. Algo que el pueblo obedece y consuma.

          Sólo hay que observar cualquier comunidad, siempre hay quien se aprovecha de los demás, les engaña y utiliza, para conseguir lo que quiere, siempre amparado por el silencio o la obediencia de los demás.

          Los poderosos, abusando y esquilmando al pueblo, el pueblo engañando al poderoso en lo que podían. Pero los tributos eran cobrados y llevados al poderoso por gentes del pueblo, los que castigaban eran gentes del pueblo, los abusados y violados, eran gentes del pueblo.

          Y es que, es la gente del pueblo la que llega al poder, la que manda, la que obedece y es víctima de la corrupción, los abusos y las violaciones.

          Afortunadamente, las gentes del pueblo que ejercen el poder, que cometen los abusos y violaciones, que obedecen ciegamente al poder, aquellos que sufren el silencio los abusos y violaciones, son los demás.

          El pensar que no somos gente del pueblo, que los abusos y violaciones son culpa de los demás, que no somos el poder, que no somos los corruptos, es el fruto de la Indignidad: La mayor corrupción de un ser humano, que ha renunciado y rechaza su responsabilidad como pueblo.



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