domingo, 10 de diciembre de 2023

LA LÍNEA

           Una línea se traza entre dos puntos, cercanos, lejanos o a una distancia infinita, podemos trazar una línea.

          Para ello, aparte de estar fuera del Universo donde existen los puntos o ser una parte diferenciada suya, sería necesario que estuviesen unidos por una energía que emanase de ellos, o nosotros poseer algo con lo que trazarla.

          Cuando se determinan dos puntos en un espacio infinito, estos están rodeados por el Vacío o por lo que creamos que está lleno el Universo. Razón que determina que puedan pasar un número infinito de líneas infinitas, por cada punto elegido.

          El establecer, tres o cualquier número de puntos en un espacio lleno de sí mismo, determinaría un número infinito de figuras posibles, pasando por cualquier número de puntos elegidos. Probablemente determinarían una figura esférica, al pasar todas las posibilidades por cada número de puntos elegido. Esto es lo que pienso yo, sin ninguna base que lo demuestre.

          Pero cuando elegimos un número de puntos en un espacio plano, si determinamos una forma circular, nos daría las formas geométricas, al no poder pasar más de una vez por el mismo punto.

          Lo que hace que lo que nosotros determinamos y estudiamos, siempre es perteneciente a un espacio finito y determinado por nosotros, como base de pensamiento que puede alcanzar la razón.

          El espacio sólo puede mostrarse como infinito, mostrando cuanto hay en él, independientemente de si lo observamos como Vacío o como lleno de energía o de lo que pensemos que es lo que no se puede dividir.

          Ese encontrar algo que no puede ser más pequeño, choca frontalmente con la idea de que el espacio es Infinito, porque la infinitud del espacio, no sería hacia lo grande o hacia lo pequeño, sino como su Naturaleza de ser.

          Los filósofos nos han explicado su visión, la suya personal. Obviamente si alguien nos explica exactamente cómo le late el corazón y su funcionamiento en el cuerpo, si lo hace con su respiración o sus alimentos. Todos conocemos las consecuencias: Moriremos asfixiados, porque no nos circula la sangre o de hambre. Es algo inevitable, no podemos vivir o ser lo que son los demás.

          Comprender la Vida, el Universo o a Dios, implica aprender la visión de los demás, conocer sus explicaciones y llegar a conocer desde la ventana desde la que miraron.

          Pero al igual que en cualquier otra materia, ser y vivir lo que somos, implica cagar y mear todo aquello que no hemos asimilado, deshaciéndonos de cuanto no somos, para poder conocer la Vida, el Universo y a Dios, desde la ventana de nuestro ser.

          Probablemente en mis escritos, se podrán encontrar muchos errores, sobre todo si son comparados con los grandes filósofos y científicos, pero estoy seguro de que no se podrá encontrar mayor verdad, que la que expresan.

          Porque cuando encuentro algo que no puede incorporarse en mi ser, lo deshecho, esperando que nuevas explicaciones o aportaciones, me señalen si es compatible o incorporable, a lo que observo desde mi ventana.

          Es una cuestión de tiempo y esfuerzo, el que la ventana se cierre, o consiga que desaparezca, no teniendo entonces que asomarme y ver las figuras geométricas, las líneas o cuerdas, los átomos indivisibles o los divisibles, que el Universo nunca ha percibido o necesitado para ser Universo.



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