sábado, 13 de enero de 2024

LA LEY

          El médico de mi pueblo, cuando venía alguien con dolor de cabeza, le daba un martillazo en la mano y misteriosamente el dolor de cabeza desaparecía.

          Al día siguiente el dolor de la mano, tenía fácil solución: Un martillazo en la cabeza. Al final transcurrido el tiempo, acostumbrados al dolor de cabeza y de la mano, no hacía falta ir al doctor.

          La importancia de las leyes en nuestra convivencia es que nos protegen de nosotros mismos, de la incapacidad de convivir sin causarnos dolor y problemas.

          Por lo que el doctor, nos dice que si nos han robado, es porque somos descuidados. Si somos violados es porque hemos ido donde o con quien no debíamos. Si somos abusados es por convivir con quien convivimos.

          En todos los millones de años que llevan conviviendo: Minerales, plantas y animales, no han necesitado crear leyes para protegerse de los demás y poder gozar de Impunidad los que no respetan a los demás.

          El problema es que cuando se protege, por ejemplo, a la mujer del hombre, con un montón de leyes y derechos, olvidamos que sería suficiente con aprender Dignidad, ambos lados.

          Obviamente, la solución sería que no se arrimasen a los hombres, esa sería al menos la solución del doctor de mi pueblo. Cuando al juntarse con otras mujeres sufriesen los mismos abusos, bastaría con volver con los hombres y así pendulear en la convivencia.

          Pero las soluciones de la Ley son determinadas por quien tiene el poder: Si no se le puede dar una casa digna a los vagos o a quienes les gusta lo ajeno, pues se permite por Ley, vivir en la casa de otro, gratis y además cobrando si quieren que te vayas.

          Que hay corrupción en un poder. Se crea una Ley, en la que los Jueces que puedan juzgarte, los fiscales que puedan acusarte y los abogados que te defiendan, los nombres tú y les pagues con el dinero que te dan los ciudadanos abusados.

          Y es que lo natural, sería, no jodernos la vida los unos a los otros, como nos la hemos jodido desde el principio. El problema sería, si sabríamos y podríamos vivir, sin que nos dijesen cómo y lo que tenemos que hacer.

          Y es que cuando fuimos creados con Libertad y Libre Albedrío, nos engañaron. Nadie nos hablo de la responsabilidad a la que nos estábamos comprometiendo, y es que a nosotros, lo único que nos interesaban eran nuestros derechos: Un Dios, un gobierno, unos poderes que nos garantizasen la felicidad, el bienestar y vivir con buena salud y en paz.

          Como ahora, que al subir los precios de las cosas, nos suben el sueldo, las pensiones, nos rebajan las horas de trabajo y nadie nos exige o nos enseña cómo producir más, para que bajen los precios y podamos crear puestos de trabajo. Obviamente, algo innecesario, porque a quien no haga nada, se le dan subvenciones, a quien quiera vivir sin responsabilidades se le dan subvenciones y si hay paro, se ofertan puestos en la Administración, que puede acoger a todos los españoles como funcionarios, con el dinero que le vamos a pedir a Europa.

          Y es que la Ley, es: Amaos los unos a los otros, cuando se vive unidos todos los problemas dejan de nacer, y para el que quiere vivir con Leyes, simplemente que se dedique a ser la víctima propiciatoria.

          Porque, se puede vivir sin leyes que sean impuestas por nuestra falta de Humanidad, pero no sin la Ley del Amor.



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