lunes, 15 de enero de 2024

DIGNIDAD

          Cuando leemos los libros de historia, vemos lo que hemos considerado dignidad en tiempos diferentes. Hemos leído cómo Rodrigo se enfrenta y mata a quien ha ofendido la dignidad y honor de su padre. Invasiones y guerras porque alguien dijo o hizo, algo que ofendía nuestro honor y dignidad.

          Un Concepto de Dignidad, que ha engrandecido y alimentado nuestro ego durante siglos.

          Para mí, lo sencillo y difícil de la Dignidad, es que sería suficiente con respetar a los demás y a nosotros mismos, para que la Dignidad se mantuviese en la convivencia.

          Pero hay un opuesto peor que la Indignidad, porque impide que nazca la Dignidad y alimenta la Indignidad, es la Cobardía.

          La Cobardía lleva al abuso de los más débiles, a la violación de los Derechos y vida de los débiles o indefensos. Porque sólo mediante la cobardía, podemos sentirnos bien con nosotros mismos, al abusar y violar a los indefensos ante nosotros. Sólo la Cobardía, hace que protejamos y ejecutemos los abusos y violaciones, que nos dicen los que consideramos más fuertes o poderosos que nosotros.

          La Cobardía en el pueblo, impide que cualquier poder sea ejercido con Dignidad, porque es el pueblo, quien provee esos poderes de gente y es el pueblo, el que provee de gente y sicarios a esos poderes.

          Miramos la pobreza, el hambre, y la indignidad en nuestra convivencia, como el fruto del Espíritu del Mal, llamado por muchos nombres dependiendo de las creencias o culturas.

          Hemos creado una lucha, una guerra entre dos poderes, externos a nosotros y que nos arrastran y casi obligan a seguirlos: El Bien y el Mal, Dioses y Demonios, Espíritu y el Ego de la Materia.

          Pero desde nuestra Libertad y Responsabilidad, el único que crea el Bien o el Mal, somos nosotros desde la Cobardía, que nos lleva a ser cobardes y renegados de nuestra Responsabilidad y Libertad, algo que nos ha llevado a desterrar la Dignidad en nuestro vivir y convivencia.

          Las Indignidades, las Violaciones realizadas por los Poderes, son ejecutadas desde y por nuestra cobardía. Somos los sicarios de la Cobardía del Poder, pegamos, abusamos y violamos a: Quienes comparten clase, vecindad, profesión, ciudadanía con nosotros.

          Asesinamos, matamos, perseguimos y tratamos de destruir, a cualquiera que nuestros líderes, nos dicen que piensan diferente, viven o creen de forma que destruirán nuestra fe o nuestro dios, sistema de vida o ideología.

          En el Universo, hay una sola Ley, que permite que se expanda, evolucione y lleve la Vida, sin límites y sin tiempo, más allá de la Eternidad y el Infinito, el equilibrio de los opuestos: Yin y Yang.

          La Dignidad, es el Respeto por el Universo, por la Vida, en todas sus manifestaciones, porque son las que nos permiten vivir y aprender. Nuestra Verdad más profunda, siempre estará equivocada sin las verdades de todos los demás.

          Respetar a los demás, sin cobardía, nos lleva a que los demás nos respeten, y que la Dignidad regule nuestra Convivencia y la mantenga en Equilibrio.



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