SIN PODER SALIR DEL NO

     Nunca entenderé el por qué para ser político hay que ser o ceporro o borrego.

     Seguimos enrocados, en que no puede apoyar un partido de izquierdas a uno de derechas, para arreglar y permitir una gobernabilidad que pueda afrontar los problemas que nos han creado entre los dos a los españoles.

     El Pedro, su ejecutiva, sus palmeros con carnet y silla, sus barones y sus baronesas, siguen pensando en que si ellos nos iban a bajar los pantalones y subirnos las faldas para conseguir el sillón. Ahora el PP tiene que vendernos si quiere gobernar, porque ellos venderán cara su derrota, sin importarles la situación de los españoles, ni el precio que tengamos que pagar nosotros el pueblo, para que los nacionalistas y los pedigüeños de Ciudadanos y los que hagan falta para obtener los votos suficientes para que finalmente podamos tener un gobierno.

     Que cuatro descerebrados, egoístas y que no ven más allá de su ombligo, se enrocaran en el ¿Qué parte del No es la que no han entendido?, lo podría entender, pero que la mayoría de los que hablan en los telediarios, en las tertulias y las entrevistas, pertenecientes al PSOE, piensen que su ombligo y su ideología está por encima del futuro de los españoles y de España, que como ellos están dispuestos a vendernos y venderse, para pactar con cualquiera si el premio es el sillón del poder, no se sientan ni tan siquiera tentados a pedir acuerdos y llegar a pactos de gobierno para que gobierne alguien que no sean ellos.

     Por qué tratan de que la solución sea que el PP nos tenga que vender y venderse, para poder formar gobierno, acaso es la venganza del miserable hacia el pueblo, por no haber votado al inútil de su Secretario General.

     Que Rajoy no sea atractivo, no hace mejor a Pedro Sánchez, al menos es el que ha sido elegido por una mayoría.

     Esperemos que los socialistas, piensen en España, porque la opción de un gobierno débil, mangoneado por la oposición, sin poder sacar nada adelante, es lo peor para España. Pónganse de acuerdo, acepten que a pesar de la derrota, están al servicio del pueblo y no de un partido, dejen sus miserias, sus enojos y su falta de dignidad. Demuestren que al menos saben cuál es la labor de los políticos, porque están ustedes demostrando que no saben qué es lo que se supone que deben hacer.