No sé si me
equivoco al pensar, que tanto las Universidades, como los institutos deben ser
y son los templos del conocimiento. Incluso me atrevería a decir, del Conocimiento
con mayúscula, en oposición a la repetición de lo aprendido o memorizado.
En nuestros
días los veo más como centros de adoctrinamiento, que supongo que ha sido el
uso común que se les ha dado. Siendo utilizados para el beneficio de los
poderes del momento, más que para el uso que fueron creados.
Hemos tenido
cuarenta años de Leyes de Enseñanza de izquierdas, estamos a la cola del
aprovechamiento de lo aprendido, no sabemos en el nivel de conocimiento
verdadero. Viendo que salen más rebaños que estudiantes, que si alguno es capaz
de pensar usando el conocimiento, tiene que buscarse la vida, donde no sea
considerado un deshecho universitario, muchas veces fuera de nuestras fronteras.
Que la mayoría son más útiles como sindicalistas, piqueteros, verborreicos,
cuando no como políticos de relleno, que usando el titulo que se les concedió,
me pregunto:¿Por qué son realmente las huelgas de la enseñanza?.
Lo que ha
conservado la izquierda en estos aspectos, son dos cosas achacadas al
franquismo, una la del servicio militar obligatorio: “El conocimiento se da por supuesto, o, quizás era el
valor”, la cosa es que es innecesario
mostrarlo. La otra: “Todos los que entran
aman el conocimiento, todos los que obtengan el título se les dará un puesto de
trabajo con el dinero y la posición del título”, “Todos los que entran en la
iglesia son buenos y vivirán en los cielos”, se parecen, ¿verdad?.
Siempre he
pensado que el conocimiento no necesita saber las preguntas para mostrarse, o
que te tengan que decir cuándo lo tendrás que mostrar. Que estarás orgulloso de
ayudar con tus respuestas a transmitirlo, que tendrás la suficiente
responsabilidad y dignidad, para que se vea que el dinero que pides en las
manifestaciones ha sido bien usado, que has hecho buen uso del sacrificio de
las gentes del pueblo, para que un día puedas devolverlo con tu servicio a la
sociedad, que te has esforzado en rentabilizar lo invertido, pudiendo mostrarlo
en cualquier momento.
Me había
olvidado en el país que estoy, donde las manifestaciones son para pedir, para
no necesitar justificar lo recibido, pedir para beneficiarnos, no para ser
mejores, sino más poderosos y ricos.
Yo he sido
examinado cada tres meses, por sorpresa, tras aprobar el escrito ser examinado
en el encerado solo y explicando los por qué de lo que hacía, y estoy
agradecido, en la enseñanza pública y sin becas, toda mi vida. Estoy agradecido
a los profesores que me exigieron y siento pena y simpatía, por los que no lo
hicieron, pues comprendo que tenían que alimentar a sus familias y era lo que
habían encontrado, ser profesores, un trabajo digno, pero que suspendieron en
ser maestros.
Hoy en día,
al escuchar hablar a catedráticos de universidad en programas de radio o
televisión, o en debates. Me pregunto, si no sería mejor que no entrasen en la
universidad o los institutos, que cómo puede transmitir conocimiento quien
carece del mínimo exigible. Podrían enseñar en primaria a amar el conocimiento con su
verborrea, si alguien les explicase lo que es el Conocimiento, pues
son, al menos en mi opinión, más vendedores que catedráticos.
De la
confianza en que los políticos se pongan de acuerdo en llevar el conocimiento a
la enseñanza, solamente contaré lo que me dijo Jaimito, de una vez que fue a
unos exámenes para cargos y dirigentes de un partido.
“Preguntó el examinador: ¿Qué es democracia?
Todos se
levantaron y aplaudieron.
¿Qué es Justicia?
Todos se
levantaron y aplaudieron.
¿Cuánto es
una+una?
Todos se
levantaron y aplaudieron. Uno levantó la mano y preguntó, ¿Eso es de matemáticas?
Fue
suspendido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario