Dicen que
el Universo se está expandiendo, lo que hace pensar que el equilibrio entre sus
constelaciones y cuerpos celestes, continuamente se tiene que estar equilibrando, para mantenerse en el espacio sin caerse, sin chocarse, sin perder
la compañía de los más cercanos.
Siendo
que, siempre se percibe que una de las polaridades es la predominante,
dependiendo del aspecto percibido o estudiado. Podemos decir que en cuanto a su
expansión la Naturaleza del Universo está en fase Yang de expansión.
Dada la
alternancia, es de suponer que antes existió la de contracción. Que debió de
ser tan extrema, que la masa del Universo se redujo, hasta que fue imposible
aumentar la Naturaleza Yin sin que colapsase y muriese. Probablemente esta
energía incontenible, sería la que originó el llamado Big Bang.
Nos parece
mentira que algo pequeño pudiese explotar y formar tantas constelaciones y un
Universo enorme, que además siga creciendo.
Es
increíble que hubo un tiempo en que a lo mejor era una sola estrella, grande
pero una sola.
Sabemos
que, el Yang de la fiebre, transcurrido un tiempo que depende del aumento de
temperatura, haría colapsar el organismo donde se produce. La solución natural
es transformarse en Yin, no de una manera paulatina sino repentina, apareciendo
el frío, los escalofríos, que salvan la continuidad de este organismo.
Sabemos
que, un gas sometido a presión se transforma en líquido.
También
pensamos, que hay estrellas que disminuyen enormemente su tamaño, aumentando su
masa, hasta convertirse en enana blanca, que por el aumento de energía podría
explotar destruyendo la estrella. Siendo una constelación o grupo de estrellas,
podría formarse un agujero negro. Que dejaría de emitir luz, para absorberla.
Pensamos
que es la energía gravitacional que aumenta al aumentar su masa, la que va
haciendo cada vez más pequeño el cuerpo de la estrella, pero podría ser el
mismo resultado si una fuerza o energía externa desconocida para nosotros la
empujase a su contracción.
Conocemos que
la oscilación de la polaridad Yin al Yang y viceversa es constante, llegado al
máximo Yin que se puede manifestar en su naturaleza, en unas condiciones y una
manifestación, este comienza a transformarse y manifestarse como Yang.
La Tierra
y la Luna, se acercan y alejan, cuando más cerca está, llega un momento en que
si lo hiciese un poco más no podría retirarse, terminando por chocar y
destruirse. Cuando llegan al máximo de alejamiento que pueden tener en su
equilibrio, tienen que comenzar a acercarse, si no lo hacen se separarán
eternamente.
De la
misma forma, el equilibrio de las polaridades en el Universo, funciona lo mismo
que en cualquier otra individualidad. Sus Leyes no discriminan, si en alguna
ocasión pensamos que podemos cambiarlas, es que no hemos tomado en cuenta todos
los factores.
Solamente en
estados críticos, no hay tiempo para que la oscilación entre uno y otro, al
igual que en el péndulo, pueda realizarse paulatinamente. Es en estas ocasiones
cuando el cambio es prácticamente instantáneo. En caso de no realizarse, como
en la fiebre, la individualidad muere con esas condiciones e identidad, pues
una de las polaridades ha pasado el punto en el que puede regresar al polo
opuesto.
Nuestro
Universo se expande, pero tiene un punto en el que tendrá que retornar a la
contracción, o tendrá que modificar toda su manifestación, la forma en que lo
hace y las condiciones.
En India
dicen que la duración de un Universo es el de una respiración de Brahma, se
expande en la espiración y se contrae hasta integrarse de nuevo en Brahma en la inspiración. Una pausa
y el Universo nacerá de nuevo.
Son explicaciones
poco científicas, pero la ciencia, descubre muchas veces lo que cuentan estas
fábulas, estos mitos, estas historias que nos hacen pensar que alguien nos
quiere engañar.
¿Brahma?, ¡Vaya
cuento!, si ni tan siquiera existe. Pero el Universo explotó siendo pequeño, y
se expande hasta ser enorme. Deberíamos preguntarnos, ¿hasta cuando durará la espiración?
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