Hace años
publiqué en Blogger y de nuevo en G+ un escrito que titulé: El Antiguo Concepto
del Respeto. En él trataba de reflejar, cómo, desde la ignorancia, el respeto
que originó la dignidad y sobre todo desde la experiencia y conocimiento
directo, nacieron los Conceptos de qué es lo que significaba y entendíamos en
lo que nos rodeaba, en lo que éramos y sobre todo la relación y dependencia de
todo ello.
Es entonces
cuando se le da nombre a: Dios, la Vida, el Amor y se inventa ese Dios que vive
en cada individualidad que manifiesta lo que es. Es el Dios del río, del
animal, del cazador, del bosque y del agricultor, que estando en cada individualidad
no deja de ser el Dios de la Vida y la Muerte, siendo por tanto el Dios de
Todo, un Dios Absoluto, que se manifestaba como Existencia, como Vida, como
Amor, como Respeto y sin discriminación en cada Individualidad.
Guardado con
el número 263, probablemente lugar ocupado en G+, pues los primeros cambiaron
su orden cuando los republiqué desde Blogger.
En nuestra
sociedad, en nuestra cultura, hemos aprendido los Conceptos desde el
conocimiento y la ciencia, desde el análisis y la comprobación de lo que nos
han enseñado que significan y deben ser esos nombres, hemos creado las
religiones y los conocimientos que comprueban y analizan, lo que son, los que nos
enseñan lo que son. Pero hemos llegado a darles entidad, hemos creado una
individualidad que los representa en nuestro conocimiento, desapareciendo los
Conceptos que originaron el nombre de algo que no podía tener existencia
física, ni tan siquiera manifestarse como entidad o individualidad, pues eran
Conceptos de lo que era la Realidad, perceptible pero no visible, Existencia
pero no existente, tan Real que no podía ser comprobada su realidad.
En lo
escrito, hay algo que es apenas perceptible, fue la experiencia de la
Ignorancia, de niño que vive por primera vez algo, lo que nos llevó al
agradecimiento de lo bueno y lo malo que recibíamos, lo que nos llevó al
respeto y a aceptar la Interdependencia del funcionamiento de cuanto era
percibido.
Las
religiones nacen de una experiencia personal y profunda de alguien, que no
encontrando una explicación, manifiesta con palabras lo que ha percibido o
vivido.
Una experiencia
de este tipo, es lo que se busca en Zen por ejemplo, que tu conocimiento no
descanse en el Buda o en el Maestro, sino en que seas la manifestación de Buda
o del Maestro.
Cuando esta
experiencia es genuina, quien experimenta la inexistencia de Dios, puede dialogar,
comprender y estar de acuerdo, con la persona que tiene la experiencia de Su
existencia. Es lo que ocurre con las experiencias profundas, por muy diferentes
que sean, permiten entender otras experiencias profundas y el porqué de lo
experimentado.
Dios como
digo en varios escritos, es un invento, una creación nuestra. Pero me considero
un creyente, profundamente creo en la existencia de Dios. No soy persona de Fe,
no soy persona que practique las religiones o una religión. Soy monje Zen, sin
templo, sin ejercer con un hábito, sin cantar los Sutras que aprendí, no
realizo ceremonias, ni saben que soy monje. Escribo y trato de expresar lo que
un monje Zen creo debe hacer, que es exponer su percepción, para que libremente
sea entendida, desde la creencia que solamente la experiencia personal y
profunda, nacida del esfuerzo, de la búsqueda y la duda, permite saber que Dios
existe y no existe, dependiendo de nosotros.
La Vida no
puede vivir, por eso nació la Dualidad, para que al manifestarse pudiese haber
quien viviese, sin poder dejar de ser Vida y por tanto no poder vivir.
Dios es
Todo, por eso no puede existir, porque no hay algo que pueda percibir Su
existencia. Pero es Existencia, donde siendo Nada, el Universo manifiesta Su existencia
en cada individualidad.
Es la
respuesta al comentario de Lucía, sí es como otras publicaciones de G+ que escribía,
pero en momentos de sarcasmo aparente, un poco oculto. Como tantas otras veces, gracias por tus comentarios que me permiten escribir al responder.
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