Durante seis días de los cielos, que
son millones de años nuestros, nuestro pastor nos proporcionó: Luz, pastos,
aíre, agua, animales y plantas, porque en la Tierra no había suficientes.
Lo que le obligaba a ser el
responsable de alimentar al rebaño, durante esos días. Una vez que hubo
suficiente comida y de todo para nosotros, nos dejó en libertad, nos dejó de
pastores, del rebaño de la Tierra.
Desde el principio, nos dejó claro que
no hay que coger lo que no es nuestro. Este manzano es mío y no quiero que comáis
de él. Comimos una manzana y nos dejó de pastores del rebaño, para que
libremente dispusiésemos de todo, menos del manzano.
Viendo que nuestros derechos, nos
llevaban a usar al rebaño, para comprar lo que queríamos, nos mandó a algunos
con sentido común, de vez en cuando.
Cuando el rebaño del vecino no tiene
suficiente para alimentarse, hay que ayudarle, porque, otro día será tu rebaño
el que no tiene buenos pastos y no podrá comer.
Así que se lo dijo a José y este al
faraón, que guardó cuando había abundancia y lo compartió, cuando los vecinos
no tenían para comer.
Lo que aprendimos, antes y después de
esos consejos, fue el de que si robábamos lo del vecino, tendríamos un rebaño
mucho más grande, por lo que sólo teníamos que enviar a nuestro rebaño a
comerse los pastos y robar el rebaño del vecino, para ser más ricos, con el
aumento de nuestro rebaño.
Al final hemos hecho una sociedad en
la que los pastores tienen derechos y el rebaño responsabilidades. Donde para
aumentar nuestras riquezas, podemos vender o empeñar parte del rebaño, porque
nos lo permiten nuestros derechos.
La carne, las pieles, y cuanto aporta
el rebaño y los pastos, pertenecen al pastor. Que sólo tiene que hablarle de
pastos abundantes, para que el rebaño se auto sacrifique por los deseos del
pastor.
Hemos olvidado que el pastor es el
responsable del rebaño, que durante seis días se dedicó a encontrar y crear
cuanto el rebaño necesitaba para vivir y existir en Libertad, sin pertenecer a
nadie, ni tan siquiera al pastor.
El pastor sólo dedicó su vida, a
conseguir la Libertad y Libre Albedrío del rebaño, una vez que lo consiguió, el
rebaño fue dejado en Libertad, para poblar la Tierra y sobre todo, ser su
pastor, el responsable del bienestar, felicidad, convivencia en paz y la
hermandad del rebaño.
La manzana era, que nadie puede comer
mil de algo, cuyos hijos no pasan de 900, porque se extinguirá y dejará de
ser parte del rebaño.
Hemos creado sistemas de conseguir el
forraje, en el que hay que pasar por un número interminable de intermediarios. Todos
ellos pagan impuestos a los pastores. El rebaño tiene que pagar todos esos
impuestos, los beneficios y además los impuestos al pastor por el pasto que
necesita.
Mientras, la manera de mantener el
rebaño sometido y dispuesto a cualquier sacrificio o ser sacrificado por el pastor,
es por medio del miedo. Nada como la falta de pastos, la deuda, los abusos, las
violaciones, la delincuencia, la destrucción de la familia o de la Dignidad,
para poder pedir más sacrificios al rebaño, para su protección.
La responsabilidad del rebaño,
garantiza la libertad de los pastores y sus perros, pues el temor al lobo, hace
que el rebaño, renuncie a su libertad.
Pero los derechos, sólo son posibles
por medio de la responsabilidad. La Libertad sólo es posible por medio de la
responsabilidad y la Dignidad. Eso hizo el Pastor original, conseguir los
medios de dar la Libertad al rebaño.
Que sea el rebaño, por medio de su
sacrificio y responsabilidad, el que asegure la libertad y bienestar del
pastor, sólo es posible cuando el rebaño, entrega su libertad a cambio de que
le permitan usar los pastos del pastor, para poder alimentarse y servirle como
esclavo.
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