Esa partícula original o la chispa
divina, que construye el Universo y que nadie es capaz de explicar cómo debería
ser. Desde la voluntad divina, que mentalmente crea el Universo, hasta esas
partículas originales que se unen para formar las constelaciones y los
Universos y que en cambio son de tamaño subatómico, por lo que sería necesario
un número infinito para cualquier expresión de Vida.
Para mí, la explicación más plausible
es la del “Caos”, no con el entendimiento que tenemos de él, sino de un
Universo triturado a partículas subatómicas, que deberían ser todas idénticas,
sin información o energía, que determinasen el Universo o la forma que se va a
crear o construir.
Sería el Principio de Libertad y Libre
Albedrío, el que impediría que una información o característica de las
partículas, determinasen o dirigiesen la construcción de un Universo, que
tendría patrones predeterminados por las características de esas partículas o
por la información contenida en ellas.
Imaginar esos bloques, con los que se
irá construyendo el Universo, que no pueden tener un tipo de energía, que no
podría decirse que contienen energía. Que no pueden tener una información o
características propias que predeterminasen cómo sería el Universo que se
construirá con ellas. Que deberían ser idénticas, para que no importase el
orden o el lugar que ocupan, para determinar lo que será construido, en otro
Ahora.
Y sin embargo al terminar algo,
aparecerá: Un átomo, un insecto, una flor, una constelación o un Universo,
lleno de Vida y Energía, en el que cualquiera de las construcciones que
aparecen, sólo puede decirse que son CORRECTAS, para ese Ahora en el que
aparecen.
La gran interrogante es: ¿De dónde
aparece esa energía y esa Vida, en cuanto es construido?, pues es algo que no
puede existir en los bloques con los que son construido, que siendo idénticos
permiten la creación de un número Infinito de formas. Todas ellas vivas, llenas
de energía y vibraciones.
Pero la gran pregunta, nuestra
inquietud, nuestra preocupación, no debería ser el contestar esas preguntas,
que no tienen respuesta.
Lo que deberíamos preguntarnos, es el
por qué, ninguna de nuestras construcciones, sean educativas, sociales,
políticas, de convivencia, de vecindad, de barrio o país, o simplemente la de
convivir en la y con la Tierra, funciona o nace correcta, cuando usamos los
mismos bloques universales originales, que son usados para la construcción de
los Universos.
Por qué, nuestras creaciones, están
carentes de humanidad, verdad o dignidad. Todas ellas regidas por el abuso, la
violación, el egoísmo, la ambición, la envidia y todo cuanto puede impedir, que
su funcionamiento permita nacer la Humanidad y una convivencia Correcta, como
existe en todos los Universos, en los que no intervenimos en su creación.
A veces mirar fuera, nos permite ver
lo que hemos creado dentro. Mirar dentro, debería ser para corregir los problemas
creados, que no aparecen en el Universo que nos rodea, y que nos incluye en Él.
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