Pero Israel es un país de derechas,
que ha sido atacado por un grupo terrorista, que podría o no tener razones, pero
que no justificarían nunca el asesinato indiscriminado de personas.
Un grupo terrorista que no usa los
recursos para ayudar al pueblo, que no respeta sus deseos de paz, ni lo que
realmente desean. Obviamente tienen seguidores, como cualquier grupo, que no
importa su actividad, siempre tiene seguidores.
Hemos olvidado, la invasión y
sojuzgamiento del Tíbet, realizado por un país de izquierdas y poderoso, así
como su intención de invadir y apropiarse de Taiwán, o el control y falta de
libertad de su pueblo, que emigra y en demasiadas ocasiones, son explotados por
mafias chinas, cuando no son engañados y usados como carne en prostíbulos y
fábricas de falsificaciones.
Olvidamos a Ucrania, invadida sin
motivos, de la que para obtener la paz tendrá que renunciar a parte de su hogar
y ciudadanos, así como pertenecer a una asociación que le permita defenderse
del abuso de Rusia, que sin dar libertad a sus ciudadanos, puede abusar y
violar a sus vecinos, sin necesidad de que le ataquen. Curiosamente también es
un país de izquierdas.
Al final, la empatía no debería
entender de derechas o izquierdas, de poderosos o indefensos, de personas,
animales, plantas o el agua y el aíre.
Pero es que para poder ser empáticos,
es necesario primero, tener un grado de humanidad, pues no se puede tener una
sin la otra.
Tener Leyes que protegen la
Delincuencia, el Abuso y la Violación, es algo que existe en la mayoría de los
países, unas veces por ser dictaduras o proteccionistas y otras porque es más
fácil, callar a las personas que obedecen y siguen las leyes y las reglas, a
quienes respetan a los demás y que tratan de no dañar al vecino. Estos ciudadanos
abusados en sus derechos durante el tiempo suficiente, llegan a renunciar a su
Dignidad, para no levantar la voz o parecer que son violentos, lo que les
impide mantener la agresividad Natural, que permite que nos protejamos como
individualidad.
La agresividad, no necesita de atacar
a los demás, se puede respetar a todo lo demás, sentir empatía por ello, pero es
la agresividad la que nos lleva a defendernos al ser atacados, la que permite
que nos respetemos y sintamos empatía por nosotros mismos.
Respetar y ser empáticos con quienes
piensan como nosotros, es gregarismo. Defenderse de los abusadores y
violadores, tratar de convivir dentro de la Justicia, respetar a los demás y no
causar su miseria, hambre o necesidad, no dañarlos o apropiarnos de lo ajeno,
es simplemente un primer paso hacia la humanidad y la empatía.
Convivir dentro de la Justicia,
impidiendo los abusos y violaciones de los débiles, es caminar hacia la
Humanidad.
Hay demasiadas guerras, dictaduras,
violaciones de derechos, en nuestra sociedad para focalizarnos en Israel, que
por supuesto también debe de ser dirigido e incluso obligado a encontrar la paz
con sus vecinos, pero es algo que no puede conseguirse con ser pacífico, pues
incluso la Ley, protege la Delincuencia, el Abuso y la Violación, cuando el
pueblo debido a su pacifismo, renuncia a su Dignidad y calla.
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