Buscamos el conocimiento por medio de
la observación y la filosofía, nos hicimos filósofos y argumentamos sobre la
Verdad, tratando de encontrar el conocimiento que nos dijese cuál era la
verdadera. El camino nos ha traído a la argumentación, no la que lleva al
Conocimiento y la Sabiduría, sino a la que trata de hacernos poseedores de la
Verdad.
La discusión, la prepotencia nos ha
llevado al ego, el saber cosas a creer que podemos poseer una verdad, que es lo
que somos. No hay nada que no sea su Verdad, a pesar de que nosotros la sigamos
buscando, descubriendo continuamente nuestros errores y que la Verdad que
buscamos, llegaríamos antes a serla que a conocerla.
La ciencia nos ha llevado a la
práctica del conocimiento adquirido. Hemos usado el conocimiento de lo que nos
rodea, para su rentabilidad, sin darnos cuenta que el desear rentabilizar
nuestro conocimiento de algo, puede llevarnos a la ambición y el deseo de
poseer lo que más rentabilidad crea en cada momento, que casi siempre creemos
encontrar en el poder y el miedo de los demás.
El poder económico o de la fuerza, ha traído
las guerras en las que hemos estado sumergidos desde nuestro origen, el deseo
de extraer cuanto deseamos sin medir sus consecuencias, nos ha traído la
independencia individual, que necesita de la esclavitud o de la posesión del esfuerzo
de los demás.
Es tan fácil adquirir el Conocimiento
que nos hace Libres, que hemos perdido cuantas veces se nos ha permitido nacer
en la forma, la oportunidad de encontrarla y no tener que regresar. Porque no
es su Conocimiento sino la propia Verdad la que nos hace Libres, porque sólo
necesitamos ser lo que somos.
El camino a recorrer es simple:
Respetar lo que somos, yo y cuanto coexiste en el Universo y me permite
existir, proporcionándome cuanto necesito, todo el alimento que me es necesario
en: El cuerpo, la mente, el alma y el espíritu, porque no es el comerlo lo que
me hace Libre, sino el conocimiento de ellos que adquiero, cuando forman parte
de mi ser.
El alimento de otras formas del Ser,
me aporta lo que ellas son, permitiendo adquirir lo que mi cuerpo puede
asimilar de ellas. Incluso mi ADN se irá modificando, según lo que asimilo de
ellas.
No sólo mi mente, sino la Mente se
nutre con el conocimiento de todas las formas y el conocimiento que la mía adquiere
al observarlas. Mi Verdad, es la misma Verdad que la de ellas, que la del
Universo o el Todo, por lo que no es el conocer la Verdad, sino el serlo lo que
me hará Libre, siendo Todo, no hay nada que desear o conseguir.
En una existencia de Impermanencia, no
hay peligro de estancarse, sólo Ser el Ahora Eterno, el Aquí Infinito, lo que
nos hace Libres, estando en todas partes y siendo cualquier cosa que existe
ahora en el Universo.
El respeto y aceptación, de ser la Verdad
de Todo, nos hará Libres.
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