Éramos personas que cambiábamos cada
cierto tiempo, unos se iban otros venían. De diferentes culturas, posiciones
sociales y religiones. Algunos venían de países con dictaduras, otros estaban
en guerra o la acababan de terminar, otros de países ricos o pobres.
La frase nos chocaba a todos la
primera vez que la oíamos, poco a poco aprendíamos a escucharla y cambiaba
totalmente de significado, algo tan bonito y deseable: “Todo es perfecto tal
como es”.
Rodeados de odios, envidias, guerras,
abusos, violaciones y pobreza, hasta el punto, en el que hemos tenido que crear
miles de ONG, para que parezca que nos importa la miseria mental y moral, que
hemos creado.
Al mirar, lo primero que hemos pensado
es que el Maestro estaba en Babia o que estaba instaurado en la utopía. Sólo tras
años de escucharla, nos va calando y podemos comenzar a entender las palabras
del Maestro.
Somos nosotros, los que hemos olvidado
que somos libres, que somos lo que somos, al igual que el resto del Universo: “Todo
es perfecto cuando es lo que es”, algo que es inevitable. Todos somos el
Equilibrio de nuestras condiciones y circunstancias, y lo que hemos creado con
ellas y por tanto perfectos, al igual que el resto del Universo, que no puede
existir desequilibrado, y por tanto siempre y en cada ahora, manifiesta el
Equilibrio de su Ser.
Nosotros en nuestra cultura y forma de
percibir lo que somos y lo que es el Universo y sus individualidades, vemos el
desequilibrio: Agujero de ozono, contaminación del aíre, del agua, de los
principios, de la humanidad, de la Tierra y todo aquello que está bajo nuestra
influencia y sobre todo en la enfermedad.
Pero la pobreza es el equilibrio de
nuestra ambición, la enfermedad el equilibrio de nuestra relación con nuestras
partes y el uso que hacemos de ellas, la guerra el equilibrio de nuestra
insatisfacción con nosotros mismos, si miramos todo aquello que rechazamos y
creemos fruto del desequilibrio de la Tierra o nuestras vidas, es simplemente
lo que equilibra nuestro vivir y manifestación de lo que somos, hacemos y
omitimos.
El equilibrio es el que nosotros hemos
creado, sin que Dios, la Vida o aquello que fue el Origen, puedan intervenir
para crear uno con Principios, Humanidad, Amor y Paz. Algo que al Prevalecer
sobre nuestras acciones, eliminaría nuestra Libertad.
Cuando Todo es Perfecto, está en
Equilibrio, el equilibrio tiene como constante el cero. Dos fuerzas o energía,
se equilibran al contabilizarse como cero su confrontación u oposición. Ese
cero no es siempre cero, puede ser cualquier número o resultado, que sería el
que convierte en cero el resultado estableciendo el equilibrio.
Es la enfermedad la que equilibra
nuestra forma de manifestación de lo que somos, es la guerra la que equilibra
nuestra convivencia y manifestación individual.
El Universo y la Vida, sólo pueden
manifestar el Equilibrio creado por todas las individualidades y cada una en
particular, haciendo Perfecta cualquier manifestación, independientemente de lo
que nosotros percibamos en ella.
Somos nosotros los que nos equivocamos
al ver desequilibrio o imperfección en algo, pues nuestra irresponsabilidad e
ignorancia, nos lleva a creer que estamos fuera como observadores del Universo,
por lo que nunca estamos en la responsabilidad de incluirnos en la balanza.
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