La esclavitud es buena o es mala, el
asesinato es bueno o es malo, el abuso y la violación, son buenos o son malos,
el engaño es bueno o es malo.
Las religiones, hace miles de años nos
dijeron, que éramos hermanos hijos de un solo Dios, que Buda era todo, y que
Todo era Buda. Hay muchas frases y enseñanzas en las religiones y filosofías,
que deberían ayudarnos a entender las palabras que usamos para dar nombre a las
creencias: Justicia y Equilibrio.
Si miramos la esclavitud durante milenios,
el asesinato, los abusos, el exterminio de los que nos molestaban o tenían lo
que deseábamos, la Inquisición, las cruzadas, las guerras, situaciones, donde
la esclavitud, el asesinato, el exterminio, el abuso y la violación eran
premiados con riquezas y medallas.
El problema, ni tan siquiera reside en
la balanza, que no sabe donde está el fiel, que sólo acepta aquello que es puesto
en sus platillos.
Es nuestro ego, nuestra ambición,
nuestra ignorancia, nuestra insatisfacción, las que deciden cuándo es Justicia
o Equilibrio.
Nos escudamos en que eran otros
tiempos, simplemente cambiando el fiel de la balanza por una marca electrónica,
para seguir siendo ventajistas y tramposos, en lo que refleja la balanza.
Y es que, para determinar la Justicia
por medio de las Leyes, que se promulgan según nuestro intereses e ignorancia. O
saber lo que es el Equilibrio, con una balanza en la que quien determina cuándo
el fiel está equilibrado somos nosotros, quienes ponemos el platillo con el
peso que nos conviene para que diga que el equilibrio no depende de nosotros,
sino de algo externo o al menos de los demás.
Y cuando no nos atrevemos a acusar a
los demás, decidimos que el desequilibrio está designado por Dios.
No hay balanza, que marque Justicia o
Equilibrio, para el ego o la Ignorancia.
Es el Amor y la Dignidad, la que hace
que la balanza mantenga el equilibrio y la Justicia, en cualquier situación. La
solución no es arreglar problemas, sino no crearlos.
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