No pretendo molestaros

Al parecer, algunas personas se sienten ofendidas porque no las agrego a mi foro. No tengo, ni pertenezco a ninguno, simplemente escribo y lo publico en abierto, para que libremente pueda ser leído o comentado por las personas que lo deseen. Suelo comentar las páginas que me lo permiten y les parezca bien, de las personas que me añaden a su foro. Suele ser lo que siento al ver lo que han publicado, intentando dar una visión diferente, desde la que ha sido escrito. Lo que os agradezco.

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Yui Shin

jueves, 7 de noviembre de 2013

LA DIESTRA Y LA SINIESTRA

          No sé el origen de que la derecha se denominase diestra y la izquierda siniestra.
          Desde hace mucho tiempo se sabe que el Hijo está a la derecha de Dios, que la mano derecha es la mano útil y por supuesto que la habilidad, la fuerza y destreza para realizar lo que queremos, está en la derecha.
          Por el contrario donde se sitúa el mal, la mano incapaz de realizar lo que queremos, útil sólo para llevar adornos (anillos, reloj, etc.), buena para sujetar y permitir que la derecha realice diestramente su trabajo, es la mano izquierda.
          Cuando el Hijo, el primer ministro, el lugarteniente o la persona que ejecuta lo que el poder dicta, se sitúa en el lado derecho, el significado es que la situación es de paz y prosperidad. Significa que la mano hábil para manejar la espada no es necesaria.
          Cuando se sitúan en el costado izquierdo, significa que es necesario usar la espada y que es el momento para la guerra y la muerte. Cómo puede verse, algo totalmente siniestro.
          En nuestros días, seguimos viendo, que la actualidad de estos términos sigue totalmente vigente.
          Cuando se carece de habilidad y destreza para realizar lo que queremos o aún más importante, “lo necesario”; lo fácil es recurrir a: la verborrea, el insuflamiento con proclamas e ideales, peticiones imposibles, pomposidad de lenguaje, palabras bonitas y vacías, todo ello adornado con promesas y falsedades (anillos y relojes).
           Cuando el esfuerzo y el trabajo se realizan diestramente, lo natural es que todo lo anterior sea innecesario. Cuando se hace lo adecuado en cada momento, todo funciona bien, no hace falta prometer nada, no hay nada que decir.
          Durante muchos años hemos gastado más de lo que ganábamos, no ha importado cuanta ayuda nos dieron, hemos vivido como queríamos, en lugar de hacerlo como debíamos, al contrario que el faraón, nos comimos los años de abundancia, sin guardar, ni preparar el futuro, nos hemos hundido en la miseria y seguimos tratando de saber si son galgos o podencos y además queremos conocer cual es su origen. No contentos con estar donde estamos, el resultado de nuestro análisis exhaustivo ha sido: “Los culpables son ….”, da igual qué o quien, la autocrítica, el haber aprendido algo de la situación por poco que fuese, el que nos hubieran servido de algo nuestros sufrimientos, es algo que parece estar fuera de nuestra capacidad de aprendizaje.
          Seguimos en la etapa del paternalismo, me pregunto: “¿Por qué no crecemos?”, en nuestra mentalidad de hijos pequeños, no somos capaces, no ya de ver, sino de percibir nuestra responsabilidad, seguimos pidiendo que nos saquen de la situación en la que nos hemos metido nosotros, a los países y gentes que nos han estado ayudando.
          Lo que nos siguen ofreciendo es, que si lo hacemos todo público, todo se solucionará, que si aumentamos las ayudas sociales se terminaran nuestros problemas. ¿Quién pondrá el dinero?, ¿habrá que devolverlo?, ¿tendré que hacer algo yo?, si alguien aún no lo sabe, debemos el dinero suficiente, para vivir bastantes años con penurias, antes de que podamos pagarlo.
          Es el momento de vivir lo mejor posible con lo que tenemos, repartirlo lo mejor que podamos y dejarnos de inventar cosas, reformas de gobierno, no discutir qué mano es mejor, no pedir más, sino usarlo bien y en lugar de manifestaciones que cuesten lo que no tenemos (muchas de ellas innecesarias), ahorrar ese dinero para pagar y ayudar a quien lo necesite.
          Lo mejor de que la derecha, (siendo que la mano derecha sea Yang y la izquierda sea Yin), es que el Yin y el Yang son inseparables y ambos son relativos, dependiendo del tipo y forma de su interrelación.

          La mano derecha es la mano que hace el trabajo bien, siempre y cuando la persona sea diestra.
          Cuando la persona es zurda su mano diestra es la izquierda.
          El problema de los españoles y sus políticos, no es nuestra denominación de izquierda o derecha, es el de que usamos la izquierda para hacer las cosas cuando somos diestros y la derecha cuando somos zurdos.
          No quiero derechos que no he pedido, no quiero muerte digna, no pido que alguien pague lo que hemos hecho entre todos.
          Quiero ejercer mi responsabilidad para vivir dignamente, no gastar más de lo que tengo en cosas inútiles y sobre todo respetar la Vida propia y de los demás, nacida o por nacer.


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