El concepto que tenemos acerca del sexto mandamiento, es el
de que se relaciona con las cosas y temas sexuales, algo que para mí es nada
más que una simplificación.
El sexto y
los siguientes Mandamientos nos hablan de, “actos que se realizan de obra o
pensamiento, que van en contra de nuestra dignidad, de la ajena y lo que es más
importante, contra la dignidad de nuestras vidas, la vida que nosotros creamos,
pretendiendo quitarle la dignidad a la Vida, nuestra naturaleza verdadera;
intentamos lo imposible”.
Hace unas
semanas unos estudiantes encontraron un sobre con dinero, sus recursos eran
escasos y devolvieron el dinero. Hemos leído de bastantes personas que han devuelto grandes cantidades
de dinero encontradas, estando a veces en el paro.
Hay otros que sacan a personas que han caído al mar, andenes de tren o metro, y en general ayudan y empatizan con ¿los demás?.
Hay otros que sacan a personas que han caído al mar, andenes de tren o metro, y en general ayudan y empatizan con ¿los demás?.
El concepto
acerca de la pureza de la Vida en aquellas religiones que han desaparecido para
el culto, anteriores de las que hay en nuestros días, hacía que la Madre de Dios
siempre haya sido Virgen. En nuestros días, los estudiosos de las religiones,
dilucidan acerca de la madre de dios y su virginidad, desde el concepto de vida
que origina nuestra convivencia actual.
La Vida como
concepto de algo absoluto, es algo que lleva a conclusiones totalmente diferentes
a cuando lo que se maneja es, el concepto de vida en una dualidad infinita, lo
que llamamos multiplicidad.
En el sutra del corazón de la filosofía budista unos pasajes dicen:
Así pues,
Shariputra, todos los fenómenos se realizan en el Vacío, carecen de
características diferenciadoras, ni son producidos ni cesan, ni son impuros ni
inmaculados, ni aumentan ni disminuyen.
Por lo tanto, Shariputra, en el Vacío,
la Nada, no hay forma, ni sensación, ni cognición, ni volición, ni conciencia.
No hay ojo, ni oído, ni nariz, ni lengua, ni cuerpo, ni mente. No hay forma
visible, ni sonido, ni olor, ni gusto, ni tacto, ni objetos de la mente. No hay
elementos visuales y podríamos seguir hasta llegar a la no consciencia mental.
No hay ignorancia ni extinción de la ignorancia, pudiendo seguir hasta llegar a
que no hay envejecimiento ni muerte, ni extinción del envejecimiento ni de la
muerte.
En el sutra del diamante se lee: "¿Un Venerable que no volverá a
renacer como mortal se dirá a sí
mismo, ’soy merecedor de los honores y recompensas de
uno-que-no-va-a-volver.’?"
"No, Honorado-por-todo-el-mundo.
’Uno-que-no-va-a-volver’ es tan solo un nombre. No hay retorno ni no
retorno."
¡Quiero seguir el Camino del Bodhisattva
porque quiero salvar a todos los seres; ….. hago el voto de conducir a cada uno
de los seres al Nirvana; y hasta que no estén todos allí seguros, no recogeré
mi recompensa y entraré en el Nirvana.!’ entonces, Subbhuti, debes recordar
como uno-que-ha-tomado-los-votos, que incluso si tal incontable número de seres
fueran liberados, en realidad ningún ser habría sido liberado. Un Bodhisattva
no se aferra a la ilusión de una individualidad separada, una entidad egótica o
una identificación personal. En realidad no hay "yo" que libere, ni
"ellos" que sean liberados.
Hay
empresarios que teniendo beneficios no pagan salarios acordes, aprovechándose
de las circunstancias.
Trabajadores
que no realizan su responsabilidad y piden lo que no ganan.
Políticos que
suben los impuestos, mientras los contribuyentes dan donaciones para ayudar al
necesitado, pagan precios excesivos por sus necesidades y sus vidas dependen de
las ayudas de familia, amigos y organizaciones benéficas.
Ciudadanos
que se dedican a empeorar las circunstancias para sacar beneficio.
Noticias a
diario de apropiaciones indebidas, estrupo, negociaciones con seres humanos,
guerras por todo tipo de causas innobles, egoísmo, drogadicciones, abuso de las
empresas que manejan sectores vitales públicos, juicios de políticos, sindicalistas y
altos cargos del sector público.
Ocupas de
pisos de otros pobres, inquilinos que no pagan y destrozan las viviendas,
ladrones de pobres y gente mayor, y un sinfín de abusos entre los ciudadanos de
a pie sin necesitar a los denostados ricos.
Todas ellas acciones
que van contra las reglas simples de convivencia, puesto que no las cumplen.
Van contra la pureza de la Vida, se apropian de lo que no les pertenece, usan
la mentira y levantan críticas, acerca de los otros que hacen lo mismo que ellos,
preparan y planean cómo y cuando apoderarse de lo que no es de ellos.
Dependiendo
de quién es juzgado, las leyes son usadas y aplicadas de forma diferente, no
teniendo en cuenta muchas veces la Justicia buscada en las reglas simples para
la convivencia.
Una
convivencia que nos dice, que estamos en una vida dual, con montones de leyes
que complican su entendimiento y nos han traído a una vida en la que se han
olvidado la simpleza de las antiguas reglas de convivencia.
Una vida en
la que lo natural es ir contra las cinco reglas que encabezan el texto, para mí
difícilmente se infringe una de ellas sin hacerlo con todas las demás.
Estas simples
reglas son las que deberían de llevarnos a una vida de honestidad, honradez,
compromiso, felicidad, hermandad y crecimiento, tanto en nuestra convivencia,
como a nivel individual y espiritual.
Hemos olvidado estas
reglas antiguas y nos hemos modernizado, tenemos muchas reglas y leyes, pero
nos hemos convertido en personas que no valoran lo verdaderamente necesario
para la convivencia: honestidad, honradez, compromiso, empatía y
responsabilidad. Como decía al principio, todavía hay personas que son casi
humanas y conservan su honradez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario