Me encanta
ver a nuestros políticos jugando a las guerras como niños, o discutiendo para
ver quien escupe o mea más lejos, o acerca de quién tiene, la de mayor tamaño.
Ahora, como
parece que no tienen suficiente entretenimiento con los líos o como solemos
decir la gente de a pie “guerras” que hay, han decidido que por qué no jugar en Europa,
que llevaba mucho tiempo sin participar de sus entretenimientos.
Todavía no he
entendido, si los políticos son servidores públicos, al servicio de los
ciudadanos o simplemente son pastores y perros pastores, algún perro rabioso y
alguno que pasaba y al ver el dinero se ha arrejuntado.
El ejército
siempre había entendido, que según ellos estaban para defender al pueblo y su
libertad. Y resulta que les dicen: “Ve allí, ven aquí, mata a aquellos, invade
a esos indefensos, ¡necesito más espacio!, conquístalo”, generalmente nunca veo
que sea para el beneficio del pueblo, siempre es debido: a la ambición de un
dirigente (pastor), que alguno quiere jugar a las guerras para demostrar su
poder, o simplemente como ha pasado tantas veces, que quieren a la mujer o
marido de alguien que tiene que morir, o aún más triste, que en casa no le han
preparado el desayuno y está enfadado.
En nuestros días,
hay que decir que es por la democracia, para lo cual: se meten un montón de
chinos en el Tíbet y se hace un referéndum; o un montón de rusos y
simpatizantes, se les enseña con disimulo un puñadito de hierba a otros, se
pone la zona llena de soldados, se deja votar preferentemente a los amigos y democráticamente
y libremente se deja decidir a los ciudadanos de Crimea.
Así que los
autollamados políticos, gente ambiciosa y con facilidad para la verborrea, un
poco de magia para engañar a todos y en aras de sus deseos, decisiones, e
intereses, tanto de poder, como económicos: Se promulgan unas leyes para
nuestra libertad, se nos adoctrina para decidir libremente que haremos lo que
nos ordenen, pagamos todo lo que nos dicen, obviamente por nuestro bien, hay un
ejército para defender lo que ellos dicen, y seguimos siendo usados y tirados, cuando opinamos diferentemente que ellos.
Lo que más me
anima, es que ha habido ya dos veces, que casi conseguimos ser humanos y confío
que tarde o temprano vendrá una tercera. Estas dos veces han sido: “Cuando éramos
dinosaurios, y otra cuando vivíamos en los árboles”, ¡Qué tiempos aquellos!”.
Ahora, pues
nos dedicamos a hacer, pensar e ir, donde y lo que nos dicen, ya tendremos
tiempo de vivir en hermandad, olvidarnos de mirar las diferencias que nos han
dicho, para estar seguros de que todos somos únicos, y dedicarnos a ser
personas.
Los políticos
están para servirnos, así como: el ejército, los bancos, el capital y las
sociedades. Pero los que tenemos la obligación de ayudarnos y estar al servicio
de los demás, somos nosotros, todos aquellos que no quieran seguir siendo
borregos y deseen esforzarse en ser personas y llegar a convertirse en humanos.
Si el pueblo
quiere paz, los políticos no van a ir a la guerra son demasiado cobardes y
pocos, Ucrania es solamente un ejemplo, de las innumerables guerras donde nos
estamos matando, para aumentar el poder de los pastores. En ellas, lo que
estamos verdaderamente destruyendo es: Nuestra propia Humanidad.
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