No pretendo molestaros

Al parecer, algunas personas se sienten ofendidas porque no las agrego a mi foro. No tengo, ni pertenezco a ninguno, simplemente escribo y lo publico en abierto, para que libremente pueda ser leído o comentado por las personas que lo deseen. Suelo comentar las páginas que me lo permiten y les parezca bien, de las personas que me añaden a su foro. Suele ser lo que siento al ver lo que han publicado, intentando dar una visión diferente, desde la que ha sido escrito. Lo que os agradezco.

Si tenéis que pagar para entrar en la página, no es la original. Como digo a la derecha es Gratuita y sin publicidad.
Yui Shin

jueves, 1 de mayo de 2014

¿QUIÉN ES NASRUDIN?

          Leía ayer por la mañana en la página de Lucía Tao, una de las historias de Nasrudín, acerca de las enseñanzas sufís.
          Al hacerlo, recordé las primeras veces que me encontré con ellas, hace ya unos años. Mi reacción esas primeras veces, fue la de no poder parar de reírme, con las situaciones tan disparatadas y cómicas del inocentón y simplón “Mulá Nasrudin”.
          Pasaron años, antes, de que parte de mis risas, se convirtieran en lágrimas de tristeza, ante semejantes parodias de nuestros despropósitos, pasados tantos años.
          Pasó de ser las lecturas de un Jaimito extranjero, a recordar otro chiste o situación, en una película española antigua: “Un maño caminando a lo largo de la vía del tren, el tren acercándose, y ¿qué dice el maño?, “Chufla, chufla, que como no te apartes tú”,”.
          Esta situación me vino a la memoria, junto a las lágrimas por tanto despropósito como vemos a diario en nuestras vidas y los medios de comunicación nos repiten continuamente.
          No se si lo que deberíamos sentir es: vergüenza, pena, tristeza o simplemente, reconocer nuestra impotencia para aprender. Estos cuentos y otros más antiguos, nos explican los problemas que nos creamos, debido a la actitud con la que vivimos. Siendo la cumbre de la Creación, todo cambiará para poder adaptarse a nuestros intereses y conveniencias, nosotros solamente tenemos que desear algo, para que la Vida esté obligada a realizarlo.
          Por supuesto, ni tan siquiera en la película el tren cambió su camino, porque el hombre piense, que siempre tiene prioridad. La Vida y sus condiciones tampoco lo harán.
En los cuentos de Nasrudin, las situaciones reflejan con tal nitidez nuestra posición en la vida, y nuestra actitud al relacionarnos con ella, que nos parecen cómicas e irreales.
          Pero basta, con pararse un momento y volver a leerlas con atención y desde el interior, vaciar la mente de todos nuestros conceptos, manías, ego y nosotros mismos, para poder ver el fondo y las enseñanzas, acerca de la mejor manera de vivir, sin ir cayendo en los problemas.
          Nasrudin nos introduce en una vida en la que la simpleza, la aceptación, la gratitud y el ver el lado bueno de las cosas, es lo importante. Fuera de pretensiones, grandes conocimientos, y ningún sentido común.

Cuando Nasrudin tenía una tintorería, vino un cliente que le dijo:
¿Podrías teñirme este vestido?
¿De qué color lo quieres?
Ah, nada complicado, pero que no sea: ni rojo, ni verde, ni blanco, ni negro, ni amarillo, ni lila. Bien, ya me entiendes, no querría ningún color conocido, pero fuera de esto, nada especial. ¿Me lo puedes hacer?
¡Claro que sí, hombre! Pasa a recogerlo cuando quieras, pero que no sea: ni lunes, ni martes, tampoco miércoles, ni jueves y menos el viernes.
¡Ah, el sábado y el domingo está cerrado. Fuera de esto, ya lo sabes, siempre y cuando quieras.
          Es más o menos como vivimos, pedimos cosas simples a la vida, que no hay ningún problema en conseguirlas: políticos honrados y eficientes, capital dedicado a generar bienestar, empresarios que nos den puestos de trabajo de por vida con muy buenos sueldos, precios baratos y justos, trabajadores comprometidos con la empresa, ciudadanos honrados y decentes, que no haya delincuencia y alguna cosilla más, también sin importancia y fácil de que la Vida nos las dé, como: mares y ríos limpios, aire sin contaminar, un clima estable, felicidad y buena salud.

          Como decía Nasrudin, “Mañana cuando os despertéis, todo será así”.



No hay comentarios:

Publicar un comentario