Hay muchos
tipos de luz en la Vida: cuando somos felices, cuando todo va bien, cuando
estamos rodeados de personas que nos agradan, la espiritual, y un número
elevado de situaciones y niveles de expresión de la Vida, que llamamos, de luz o
luminosos.
Casi todos
buscamos la luz, razón por la cual pienso que, o la buscamos equivocadamente,
no sabemos lo que es, o posiblemente estemos ciegos o deslumbrados por la luz.
Si no, no estaríamos tan desesperados buscándola, tan descreídos de poder encontrarla, incluso a veces sin la suficiente fe para creer en su existencia.
Si no, no estaríamos tan desesperados buscándola, tan descreídos de poder encontrarla, incluso a veces sin la suficiente fe para creer en su existencia.
Universalmente
vemos que la luz se muestra constantemente, con mayor o menor intensidad, vemos
que basta una pequeña luz para que desaparezca la oscuridad, que cuanto mayor
es la oscuridad, menor cantidad de luz es necesaria para iluminarla. La naturaleza
de la luz es, la propia manifestación de la Vida. Todo intrínsecamente se
manifiesta como luz, hasta la oscuridad más terrible es, simplemente luz rodeada
de otra más intensa, o el lado opuesto de algo que confronta o se interpone con la luz, cuanto mayor
es la luz, mayor es la oscuridad percibida. Cuando miramos fijamente el sol,
llega un momento en que nos quedamos ciegos, unas veces por la ignorancia y
otras porque estamos llenos de esa luz y no la dejamos salir.
Pienso, que
la mayor dificultad para ver la luz en la Vida, es que nosotros somos luz, y
como es bien sabido solamente podemos observar intensidades o tipos diferentes
de luz, pues dos luces iguales no podrían percibirse, al igual que a sí misma.
En las
personas que más o menos estamos a un nivel normal, es natural que a veces no
podamos percibir la Vida Plenamente Iluminada, llena de Felicidad y Amor. Nuestra
ignorancia, la vida ilusoria que pensamos es la real, hacen que por nuestra
propia equivocación al mirar, percibamos más sombras que luces en la vida.
Lo que si me
ha sorprendido durante años es, que los auto llamados: seres de luz, caballeros
de la luz, seres de las altas esferas, de altas vibraciones y un sin fin de
seres en los más altos niveles, puedan percibir la mínima sombra en la vida
diaria.
He estado en
charlas y conferencias con algunos de ellos, he leído a otros y hay un gran número que ven, que la vida está en una época de oscuridad y es por lo que ellos
han venido para iluminarla y guiar a las personas que viven en esa oscuridad
hacia la luz.
Como les he
dicho, he dicho y escrito en otras ocasiones, nunca he encontrado lugares
oscuros cuando he portado una simple linterna o una cerilla encendida. Si yo
fuera un ser de luz, no podría encontrar la oscuridad; cuantas veces he hecho
la prueba he comprobado, que en cuanto enciendo la luz en una habitación,
desaparece la oscuridad. Es por lo que pienso que si nuestro corazón está lleno
de amor, nuestra alma en paz y aceptando las cosas, nuestro cuerpo físico lo
vemos como el vehículo que puede permitirnos buscar la espiritualidad y vivir
plenamente en esta vida dual, nuestra mente no como algo a nuestro servicio
exclusivo, sino con la que aportar a la Vida nuestro conocimiento de las
experiencias que vivimos, la diversidad como algo de lo que aprender, y en general
en las relaciones algo a lo que aportar en lugar de buscar nuestro beneficio,
la vida perdería esa oscuridad tenebrosa, permitiéndonos estar más confiados en
ella.
La luz es una
manifestación, una naturaleza de la Vida, todo lo manifestado es por tanto de
una manera u otra, luz, incluyendo la oscuridad. Me pregunto, ¿Cómo es posible que la mayoría de los auto llamados seres de luz, vean tanta oscuridad? Supongo que debe ser como
cuando miras o haces una foto a contraluz, que no sale o ves, nada más que una silueta oscura,
recuerdo que en las películas, ponían una luz detrás de alguien para que no se pudiesen
ver sus facciones. Probablemente su luz no es suficiente para compensar, el
contraluz, pues a veces se puede compensar poniendo una luz de intensidad
parecida, delante de lo que se observa.
Mi Maestro nunca me enseñaba nada, Él me veía
perfecto tal como soy, por lo que cada vez que le contaba un problema, me decía,
“Don’t worry, todo está bien”, tantas
veces lo escuche, que un día dejé de ver tanta oscuridad. No se si mi Maestro es
un ser de luz, porque nunca le vi brillar, no se si porque no era Caballero de
la Luz, o porque nunca había oscuridad donde estaba. Él se quedo con parte de
mi oscuridad, permitiendo que mi vida no salga nunca de la zona iluminada, iluminándole
aún más a Él.
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