Dentro de las
civilizaciones antiguas, ha habido sociedades en las que aquellas personas, que
por su edad o condiciones no podían, bien ser útil, o era una carga para el
grupo al no poder realizar su parte o responsabilidad en la tarea común, eran
abandonadas o llevadas a un lugar para morir. Incluso podríamos encontrar
tribus que en épocas de falta de alimentos, se comían a los más débiles. Supongo
que habrá habido, personas que lo han aceptado como una contribución al grupo,
otras lo habrán aceptado porque era la costumbre y otras habrán tenido que ser obligadas.
Lo que si sabemos es, que ha sido hecho por el bien del grupo y aceptado por las familias y por los miembros del grupo que estaban en esa situación. En algunas sociedades la exclusión y búsqueda del final, era realizada por la propia persona, como servicio a los demás.
Lo que si sabemos es, que ha sido hecho por el bien del grupo y aceptado por las familias y por los miembros del grupo que estaban en esa situación. En algunas sociedades la exclusión y búsqueda del final, era realizada por la propia persona, como servicio a los demás.
Entre los “samurais”,
existía también el mal llamado suicidio o como es llamado modernamente, la “eutanasia”.
Un samurai que había hecho algo en contra de: su honor, el honor de la familia,
el del emperador o el del espíritu samurai, se ejecutaba a sí mismo por dicho
deshonor, lo que lo acerca más a la pena de muerte: de asesinos, violadores,
terroristas y demás gentes sin honor, que a un suicidio, la diferencia es que
el samurai al tener honor, se ejecutaba cuando vivía sin él, y hoy en día el
honor no se usa porque no se sabe lo que es.
Es difícil a
pesar de que muchas personas lo hagan, comparar esas situaciones con las que
queremos legalizar ahora, en las que hay partidos políticos que defienden que
una persona no debería sufrir, y cuando tiene problemas, sufre, tiene una
enfermedad grave que requiere un gran gasto de las arcas públicas, que no
genera beneficios de lo pobre que es y sufre, deberíamos ayudarle a terminar
con su vida, es más deberíamos hacer leyes para que esté convencido de que lo
mejor es dejar de vivir. Personas que se suicidan dejando los problemas a los
que dejan desamparados, solamente para evitar su propio sufrimiento, sin pensar
en nadie más, personas que se quitan la vida porque han tenido un desengaño, y
tampoco ven problema, en quitarles la vida a otros por las mismas
circunstancias.
Como digo con
el aborto, son temas delicados y hay circunstancias que podrían ser especiales,
pero son para ser estudiadas caso a caso, pero nunca para introducir leyes que
nos hagan pensar, que somos lo único importante y nuestra conveniencia está por
encima de las demás.
La solución
de estas situaciones o circunstancias, no deberían ser: la huida, el egoísmo,
la falta de responsabilidad, el no saber lo que somos, la ignorancia, el no
tener salida, el creer que la vida es un derecho y nos debe todo lo que deseemos,
que tenemos solamente derechos y que la
sociedad está en deuda con nosotros, que la libertad es hacer lo que queramos y
aún menos que alguien nos lo envuelva con papel bonito de regalo y nos lo de
con un lazo, convenciéndonos de que es natural y de seres humanos, el vivir
sumergidos en el egoísmo.
Si queremos
de verdad morir dignamente, primero tenemos que crear y vivir una vida digna,
para ello deberíamos saber lo que somos, lo que es la vida que tenemos, y que lo
que somos ahora, ha sido creado con gran esfuerzo mantenido durante miles de
millones de años, por si pudiésemos pensar que esos seres que se han esforzado
por su vida, y han evolucionado para que nosotros seamos lo que somos, se merecen
un poco de agradecimiento, esfuerzo y responsabilidad por la herencia que nos
han dejado.
Queremos quitar
la pena de muerte de la gente que vive sin honor, queremos quitar la violencia
de las personas que sin respeto por la vida, matan a otra persona porque no
pueden poseerla o quiere ser libre, queremos que se deje de matar animales y
usarlos para experimentos para salvar vidas humanas y otros innecesarios.
En cambio
pregonamos y legislamos: para una vida sin amor por ella, sin honor, sin
responsabilidad, sin valores, sin respeto. Solamente leyes para decir lo que
podemos hacer, para controlar, para recaudar dinero; pocas y además no son
puestas en práctica para la humanización.
Vivir y morir
con dignidad es fácil, simplemente hay que saber lo que es la dignidad, usarla
en nuestras vidas viviendo con ella y vivir.
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