COMENTARIO DEL SILENCIO

          Leyendo dos de las páginas en las cuales comento, y los comentarios en ellas, dos de sus artículos se han entrecruzado y en contra de mi normalidad me levanto para escribir mi comentario.

          En una de ellas, la de Juan Antonio A. hay un post sobre la experiencia de GEORGE RODONAIA El hombre que regresó del más allá. Declarado muerto inmediatamente después de ser atropellado por un coche en 1976, estuvo durante tres días en el tanatorio.

          Obviamente fue dado por muerto porque no respiraba y su corazón no latía, no pienso que le hicieran un encefalograma profundo, con lo que no se detectó vida en él.

          Pero si que tenía conciencia de ser, comparándose con lo que estaba experimentando y conscientemente, adaptándose a las circunstancias y creando su dualidad. De las sombras pasó a la luz, de un tiempo a otro, de sí mismo a otras individualidades.

          Estaba siendo un todo, casi integrado en otro Todo. Sus individualidades estaban respirando, los corazones de sus individualidades estaban latiendo, y él simplemente era el Todo, que manifestaban esas individualidades a través de sus vidas. Es más o menos lo que cuentan los Maestros de Dios, de la Vida, del Todo, del Vacío. Él podía vivir fuera del tiempo y de todo espacio, medibles.

¿Por qué volvió de nuevo a su dualidad, de saber que era? Porque no llego a perder la consciencia de ser, siguió siendo consciente del Todo, que era su individualidad y por ello no pudo integrarse en ese Todo, del que formamos parte, el eterno problema que impide ser, ser consciente le impidió Ser Consciencia. Esa Consciencia del Todo que no puede ser consciente de nada, para poder Ser Nada.

          La otra página es de Manuel F.F. que tiene un post si no me equivoco, de un bodhisattva, con un cuerpo redondo y gran panza, que generalmente porta un saco con el que da todo su ser al mundo, a la Vida, o como nosotros decimos dando regalos a los demás, su nombre es Bodhisattva Hotei es buda, pero no el Buda. Es una pequeña escultura de Hotei tapándose la boca, en una de las posturas de los tres monos.

          Es la indicación del silencio de la Sabiduría, porque: “en boca cerrada no entran moscas”, como se dice en los refranes. Pero el silencio del Espíritu es mucho más allá de hablar o no hablar. En el Camino Óctuple el Buda dice que hay que hablar correctamente. Eso es también silencio, cuando decimos lo que sabemos es simplemente, lo que hemos aprendido, lo que entendemos, aquello que nos han enseñado, lo que hemos memorizado. Pero lo realmente importante es, que estamos discapacitados para escuchar. No al exterior solamente, sino también a nuestro Ser interior. Hablar correctamente es, permitir que lo que somos se exprese, no explicar cosas o conocimientos.

          Al igual que la consciencia de ser, impide ser Consciencia, hablar de lo que sabemos nos impide ser nuestro conocimiento, lo que somos. El Universo expresa lo que es, en silencio, no porque no hable: en el susurro del viento, el murmullo del río, la luz del sol, el hombre caminando en la tierra, en todo lo que la Vida es expresada. Pero no puede hablar, no hay nadie con quien hacerlo, no hay nada fuera o dentro de ese Universo que pueda producir sonido, por eso toda la conversación, todo el sonido, el hablar correctamente Universal, no se hace, Es, Silencio.

          Trascender la dualidad, como en la experiencia de GEORGE RODONAIA, no es morir, es dejar de vivir, es dejar lo que somos, es arrojar fuera, desprenderse de cuerpo y mente, como decía Dogen y otros Maestros. Morir, dejar de vivir, dejar de ser conscientes, para trascender: el sonido, el hablar, el callar, el vivir, el morir, dejar de ser lo que somos, trascender las dualidades, para Ser, simplemente Ser: Vida, Todo, el sonido del Silencio, Consciencia. Para ello, simplemente hay que: no explicar lo que somos, solamente serlo. Hablar correctamente, siendo Silencio.