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Yui Shin

jueves, 6 de noviembre de 2014

EL DESEO

 Muchas personas se preguntan por el origen de la vida y su propósito.
          Por los escritos de los antiguos, con sus historias y leyendas, yo diría que el origen de la vida ha sido el deseo.
          En general y de una manera u otra, es el deseo de un dios, de algo o por algo lo que origina el universo y el hombre.
          En el cristianismo, es el deseo de dios de que Adán y Eva no comiesen de un árbol concreto, el origen de un dios único; que al desear que el hombre no supiese sobre el bien y el mal, origina el concepto de dualidad, o lo que es lo mismo, “al haber un dios,
implica el nacimiento de la dos mitades”. El deseo de Adán y Eva por adquirir poder y conocimiento, igualándose a dios, es el comienzo de la vida, su origen.
          Posteriormente: es el deseo de ayudar al pobre, el origen de la pobreza en la vida; el deseo de ayudar al rico, origina también la pobreza; el deseo de conseguir, origina: el sentimiento de que falta algo, la insatisfacción, el estrés y la infelicidad. Todo deseo, origina el no vivir. Esto es lo que me asegura más firmemente en mi idea, de que el origen de la vida es el deseo.
          Siendo el deseo el origen de la vida, cuál puede ser su propósito. Supongo que mantener vivo el deseo en nosotros, para lo cual, su esfuerzo principal debería ser el de que no lo consigamos, originando una insatisfacción permanente, que mantenga el deseo y alargar su final (el de la vida), lo más posible. Si no hay deseo significaría el final de la vida.
          Es por ello que mientras las personas buscamos la felicidad en los sitios equivocados, tratamos al mismo tiempo de que la ventana con vistas a la Humanidad no sea abierta.
          ¿Qué se ve desde esa ventana?
          El Mumonkan dice que no hay puerta, en la Humanidad tampoco hay ventana. Pero a través de la puerta, desde la ventana se llega y se deja de ver, la Vida.
          En la Nada, no puede existir el deseo, que la haría algo.
          El Todo, ¿qué podría desear?
          El Todo, solamente puede existir donde hay Nada. Solamente la Nada puede acoger Todo.
          En ninguno de ambos casos, existe capacidad para acoger al deseo. Es por ello que no pueden ser origen de la vida y solamente pueden ser sinónimos o descripciones, de la Vida Eterna y sin origen, de un Absoluto sin deseo, que simplificando llamamos: Dios, Vida, Amor y, entre y para nosotros, Humanidad.
          Por ser el deseo el origen de la vida, su ley principal dice: “Si un solo átomo no desease mejorar o no mejorar, originaría el fin del universo”.
          Todo lo que tiene principio, tiene final; polvo al polvo; todo vuelve al origen; así como es arriba es abajo; etc.
          El deseo es el origen y es el final de la vida, no importa el átomo, lo que debería importarnos es el deseo. ¿Quién vive realmente, cuando desea?
Publicado anteriormente el 24-1-14


2 comentarios:

  1. Buenos días, abriendo esta página, a la cual llegué no recuerdo bien cómo hace unos días, aparece esta estrada cuya lectura me ha hecho recordar un cuento sufí leído ayer. Lo incluyo en el comentario pues no he podido evitar su conexión. Un saludo _/\_
    Anónimo sufí

    Un emperador estaba saliendo de su palacio para dar un paseo matutino cuando se encontró con un mendigo.
    Le preguntó:

    -¿Qué quieres?

    El mendigo se rió y dijo:

    -¿Me preguntas como si pudieras satisfacer mi deseo?

    El rey se rió y dijo:

    -Por supuesto que puedo satisfacer tu deseo. ¿Qué es? Simplemente dímelo.

    Y el mendigo dijo:

    -Piénsalo dos veces antes de prometer.

    El mendigo no era una mendigo cualquiera. Había sido el maestro del emperador en una vida pasada. Y en esta vida le había prometido: "Vendré y trataré de despertarte en tu próxima vida. En esta vida no lo has logrado, pero volveré..."

    Insistió:

    -Te daré cualquier cosa que pidas. Soy un emperador muy poderoso. ¿Qué puedes desear que yo no pueda darte?

    El mendigo le dijo:

    -Es un deseo muy simple. ¿Ves aquella escudilla? ¿Puedes llenarla con algo?

    Por supuesto -dijo el emperador.

    Llamó a uno de sus servidores y le dijo:

    -Llena de dinero la escudilla de este hombre.

    El servidor lo hizo... y el dinero desapareció. Echó más y más y apenas lo echaba desaparecía. La escuadrilla del mendigo siempre estaba vacía.

    Todo el palacio se reunió. El rumor se corrió por toda la ciudad y una gran multitud se reunió allí. El prestigio del emperador estaba en juego. Les dijo a sus servidores

    -Estoy dispuesto a perder mi reino entero, pero este mendigo no debe derrotarme.

    Diamantes, perlas, esmeraldas... los tesoros iban vaciando. La escudilla parecía no tener fondo. Todo lo que se colocaba en ella desaparecía inmediatamente. Era el atardecer y la gente estaba reunida en silencio. El rey se tiró a los pies del mendigo y admitió su derrota.

    Le dijo:

    -Has ganado, pero antes de que te vayas, satisface mi curiosidad. ¿De qué está hecha tu escudilla?

    El mendigo se rió y dijo:

    -Está hecha del mismo material que la mente humana. No hay ningún secreto... simplemente está hecha de deseos humanos.

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    Respuestas
    1. A veces creemos que la respuesta al deseo es no tenerlos, pero desear no tener deseos, lo es también. No había oído la historia, pero es interesante, gracias.

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