Me llamó la
atención que fuese un cementerio, impresionándome su tamaño y que se siga
usando a pesar de su antigüedad y espacio ocupado.

Todos sabemos
que en la dualidad del Yin y del Yang, cada uno es la mitad del todo, o de una
individualidad.
Esta mitad
puede ser realizada, marcada, sentida o pensada, en un número infinito de
formas y métodos.
Es sabido,
que cualquiera de las dos al llegar al punto crítico dentro de una
individualidad, se transforma en la otra. Por lo que siempre en cada una de las
mitades o polaridades, potencialmente está la naturaleza latente y potencial de
la otra.
La muerte, el
aspecto Yin de la Vida, ¿cuánto ocupa su mitad en Ella?
Mi respuesta
es Toda, la Vida es Única y Absoluta, y al no haber dualidad en ella, tanto la
mitad Yin cómo la del Yang, la muerte y la vida, ocupan la totalidad de la Vida.
“Ser o no ser”,
no hay dilema cuando es el Ser.
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