Hace algún
tiempo comentando en una página, el amigo J. Antonio hacía dos comentarios que
me parecieron interesantes, en ese momento me pareció que era demasiado largo
de comentar y lo que hice fue copiar los comentarios y los guardé. Ayer los vi
de nuevo y hoy quisiera contestar con mi opinión a estos comentarios, que me
parecieron tan interesantes.
"J.
Antonio: Estoy de acuerdo en esa visión en la que todo es una sola vida que
sucede en el ahora infinito como dices amigo.
Pero
este lugar y momento que ocupamos con todas nuestras limitaciones, debe de
tener algún valor y sentido en ese todo, para que ese todo lo haya creado así.
Por algún motivo ese todo ha creado en nosotros ese otro mundo de la dualidad.
Quizás esa dualidad en la que vivimos, es lo que permite a ese todo
contemplarse.
Yo
veo ese infinito como un mundo donde todo es posible. Es como un río que ocupa
con su agua todos los rincones y oquedades. No se trata de que tenga pensado
crear la dualidad o cualquier otra manifestación de la conciencia, sino que en
su infinitez no puede evitarlo. Esa conciencia total del todo se filtra hasta
el ultimo rincón de cada individualidad que la compone, porque lo total y lo
más mínimo de ella son lo mismo. Para mí, pensar que nuestra misión es dejar
atrás esta dualidad y volver a ser uno, es cierta. Pero no solo por nuestro
propio bien o bienestar. En la historia de este hombre dice que comprendió el
significado y sintió esa unión y conexión con ese dios en lo que parece que su
conciencia salió ganando con ese encuentro.
¿No
suena un poco al ego del que hablamos de nuevo, aunque soterrado?
¿No
será realmente esa totalidad la que sale ganando al recibir toda esa información
de dualidad, tanto de dolor, amor, felicidad etc, etc?
Lo
vemos siempre todo desde nuestro limitado punto de vista, desde nuestros ojos
pequeños, desde ese ego que somos. Nunca pensamos las necesidades que, quizás
pueda tener, esa totalidad o ese Dios.
El
buscar el sentido de la vida o de ser seres conscientes quizás sea buscado por
esa totalidad tanto más o igual que nosotros. Quizás todas las consciencias
estén en ese camino, incluso la del infinito."
Es precisamente la simpleza de
los conceptos básicos, la que origina que el número de respuestas sea tan
amplio. Explicar la dualidad desde el Yin y el Yang, o lo que es Absoluto,
desde nuestra percepción de lo que llamamos absoluto, se hace difícil. Es por ello, que el tercer concepto que hay que unir con los otros dos es el de Vacío o
Nada.
Nuestra propia nariz, tiene
consciencia y es exactamente lo que es, una nariz. Pero ella no existe en la
dualidad propia sino en la nuestra, por lo que para ella no existe consciencia
de estar unida o separada de nuestro cuerpo, su todo. Su consciencia de ser, no
es por percibir que es nariz, sino la de serlo. Nuestra percepción y
consciencia de la nariz, es en comparación con lo que no lo es, por eso nuestra
consciencia, es una consciencia de la cual somos
conscientes, lo que la hace dual, por ser conscientes de ella.
Una manzana, cuando es manzana,
tiene dos mitades, su Yin y su Yang, pero a pesar de su existencia, nunca son manifestadas. Las dos mitades existen en infinitud, porque la manzana
potencialmente puede ser dividida en dos, en un número infinito de formas. Si
separamos las vitaminas en oposición a las proteínas, en la dualidad
aparentemente estarán descompensadas, porque hay mucho de unas y poco de otras.
Pero es igual, que diferenciar el kilo de plomo con el de plumas por su volumen.
De igual manera que la nariz, la manzana no tiene consciencia de separación con
las otras manzanas, ni con el resto del Universo, su consciencia hace que solamente sea manzana. No es consciente de tener dos mitades, porque solamente
existen las dos mitades siendo Una. Al igual que ellas, nosotros no tenemos mitades,
pero creemos tenerla y las percibimos, que es de donde nace la dualidad.
Cuando algo es Todo, y no es solamente una cuestión de ser Dios, si no nos duele nada, no nos rozamos con nada, nuestro cuerpo no percibe donde están sus partes, no han dejado de existir, no han desaparecido, siguen haciendo sus funciones perfectamente, aportando y creando lo que el cuerpo es, pero ni las partes ni el cuerpo perciben la separación de las individualidades, ni el estar unidas en un todo.
Para ser
Todo, el cuerpo no puede percibir las partes, su consciencia es la que permite
Ser, pero no percibir. El río como río, no percibe las oquedades, ni tan
siquiera las plantas, la tierra o los peces, él Es río. Es esa Consciencia de
Ser, la que impide que perciba, lo que no es, la que anula la posibilidad de
ser dual.
Cuando Hamlet dice “Ser o no ser”, esta definiendo lo que nos une y lo que nos separa de: Dios, del Todo, de la Vida, o de donde vive, todo lo que es y lo que no es, la dualidad y Dios: el Vacío, la Nada, porque es donde todo es acogido indiscriminadamente, sin tan siquiera ser percibido, porque ese Vacío es Consciencia Pura.
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