No pretendo molestaros

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Yui Shin

miércoles, 1 de abril de 2015

FEMINISMO

          Decía el otro día, acerca de una persona con problemas de menstruación, que generalmente los conflictos de las partes y órganos propios de mujeres, siempre tienen connotaciones y algo que ver, con la feminidad y cómo es aceptada y vivida, por parte de esta persona.
          En más de 20 años he tenido mujeres con problemas de estos tipos, la mayoría de las veces cuando las empezaba a explicar y preguntar, se extrañaban, pues la mayoría estaba más que satisfecha con su condición de mujer.
          Es a veces complicado, entender en profundidad ciertas cosas cuando se parte con un concepto básico y equivocado. El concepto, que no por ser simple significa que es fácil de entender, es el de la relación de los dos aspectos de la dualidad, el dichoso Yin y Yang.
          En general en todos los aspectos de la Vida, esta relación es de armonía, pues debemos recordar, que no pueden existir separados o el uno sin el otro. Son interdependientes y el bienestar de uno depende del bienestar del otro.
          La relación de los dos aspectos de la dualidad, que nosotros aplicamos en nuestras vidas es: el de la confrontación de uno con el otro.
          Lo vemos en las religiones y sus luchas por la supremacía. Partidos políticos. Empresas y obreros. Las barbaridades que hacemos por si Dios tiene un aspecto u otro, o por cómo llamarle. El bien y el mal. Lo nuestro y lo de los demás. Nuestras ideas y las contrarias. Nuestro cuerpo y su espiritualidad. Mente y emociones.
          La relación en nuestro entendimiento, de los dos aspectos de una dualidad es el de la confrontación, lo que únicamente puede producir conflictividad y problemas, que al ser somatizados darán origen a la enfermedad, al habernos convertido en personas enfermas y fuera de armonía.
          Cuando tenemos mala circulación, el problema es que lo que sale del corazón no fluye correctamente.
          Un “trancazo”, es que estamos asfixiados y hasta las narices y yo me pregunto, si de mocos solamente.
          Cuando la Tierra no puede defenderse de nosotros, la enfermedad que aparece o comienza a manifestarse con asiduidad, es el SIDA, ¿Es por nosotros o por la Tierra?.
          Cuando estamos destruyendo la Tierra en lugar de protegerla y cuidarla, como hacen las células buenas, ¿El cáncer lo tenemos nosotros o la Tierra?.
          De la misma manera cuando una persona, para identificarse a sí misma, comienza a compararse o a luchar por conseguir lo que tienen otros, entra en conflicto consigo, lo que antes o después será somatizado en el cuerpo, que mostrará la cristalización o manifestación física de ese conflicto.
          El conflicto con la feminidad, no es la satisfacción o insatisfacción con ser mujer, sino el compararse en las situaciones: con el aspecto, condición, derechos familiares o sociales, o posicionamiento social masculino del hombre. Cuando uno desea algo, cuando uno pretende conseguir algo, debe ser a nivel individual, en el que los dos aspectos están en ti, siendo simplemente “yo”, la persona.
          En algunas personas era por comparar sus libertades y derechos con las de los hermanos, otras el trato social entre hombres y mujeres, otras en el trabajo. No es por exigir, reclamar, luchar o tratar de conseguir lo que se cree justo, es la comparación y lucha entre los dos aspectos de la dualidad en lugar de ir en armonía, lo que crea el conflicto.
          Dependiendo de la naturaleza, intensidad y la actitud de cómo se vive, el lugar, naturaleza e intensidad de la manifestación de dicha somatización.
          La menstruación, la ovulación y bastantes aspectos, no solamente femeninos sino también masculinos, se relacionan con los riñones, que son el filtro de los miedos y muestran cómo se viven las emociones en general.
          La masculinidad y la feminidad, no son opuestos irreconciliables de la Vida, sino uno de sus funcionamientos, naturalezas, o manifestaciones, que muestran que cada uno de ellos esta apoyado, sustentado y creado por el otro.
          En la Vida en su alternancia o biorritmo, cuando se desarrolla uno de los dos aspectos completamente, es el que tiene que desarrollar el siguiente, que es de la polaridad contraria.
          En nosotros, el hemisferio izquierdo femenino del cerebro, es el que controla el lado derecho masculino. Cuando se ha desarrollado el cuerpo masculino, se desarrolla el aspecto psíquico femenino, que a continuación desarrolla la mente masculina. La dualidad son los dos pies al caminar, las dos manos construyendo juntas. Es la Armonía de la Vida, la confrontación de qué pie echo ahora, o cual es mejor, o el preferido, es solamente para nosotros en la confrontación de una de las partes con la otra. La Vida es Amor, nosotros: envidias, rencores, insatisfacción, pelea. La Vida es Salud, nosotros vivimos en la conflictividad y la enfermedad. Somos Libertad y Vida.


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