APUNTES DE REFLEXOLOGÍA-5.2

     Los riñones depuran, procesan y filtran las sustancias y energías extraídas de los alimentos, del torrente sanguíneo y transforman y excretan lo que no es bueno o necesario en forma de urea, dos de sus formas de hacerlo son por filtrado y por osmosis- contracorriente. Regulan también el PH del cuerpo. Están relacionados y trabajan en unión con las glándulas suprarrenales las cuales producen la adrenalina que es la hormona que controla y estimula el organismo en situaciones en las que hay que decidir si nos enfrentamos o huimos de una situación. A nivel psicológico, al ser pareja representan la convivencia con nuestros semejantes e integración de la dualidad propia. Procesan y filtran las emociones más ocultas, depuran los pensamientos y emociones de donde eliminan lo más negativo. Por lo que la retención de la urea en el organismo indica que nos estamos guardando en el interior estos pensamientos y emociones negativas que nos están envenenando, de ahí la importancia de limpiarlos bebiendo agua.

     Tienen mucho que ver con nuestras emociones, principalmente según la M.T.C., con los miedos, ya sean miedos conocidos o conscientes o bien desconocidos o inconscientes, como miedo a expresarse y de supervivencia, también tiene mucho que ver con la voluntad. Las infecciones urinarias son debidas a la acumulación en la vejiga de las toxinas producidas en la limpieza de las emociones. Los cálculos renales son cristalizaciones de emociones negativas, principalmente miedos. Representando pensamientos antiguos, actitudes que deberíamos haber desechado o tristezas pasadas que se han solidificado. Los principios aplicados al cólico nefrítico representan la solución a los problemas de armonía y convivencia: calor como expresión de afecto y amor, relajación de los vasos contraídos en señal de apertura y aumento de la fluidez para que todo vuelva a circular.

     Vejiga y Uretra: Son el lugar donde se almacena y por donde se expulsa la orina producida por los riñones, la vejiga se adapta adecuadamente al flujo de orina que producimos, simbolizando nuestra adaptación o incapacidad para afrontar las situaciones negativas, las relaciones con nosotros o los demás y nuestro movimiento a nivel emocional. Al estar situadas ambas en la pelvis y ser esta la que sirve para orientar la dirección de nuestro movimiento a uno u otro lado, su estado influye también en nuestra flexibilidad para orientarnos en la vida.

     Órganos genitales: son los que determinan nuestro sexo y nos permiten relacionarnos sexualmente, procrear y continuar nuestra especie. A nivel psicológico representan la aceptación de nuestra condición femenina o masculina, a nivel personal y su función social, el tipo de relación con la pareja presente o ausente, las huellas de nuestra relación pasada sea con los demás o con nosotros, una violación, obsesión por tener una pareja, insatisfacción con uno mismo etc.. Al ser la función masculina o femenina diferente según la familia o sistema social donde se vive y la forma de ver la vida, distinta en cada persona, a veces podría darse la circunstancia de que dos personas tuviesen el mismo problema por causas diferentes al ser el origen del problema consecuencia de una reacción o no aceptación, de la función propia de su sexo.

     Los problemas sexuales indican conflictos internos en nuestra relación, manifestación, comunicación y aceptación de nuestra convivencia y respeto por nuestra pareja y sexualidad personal o con nuestra creatividad. En esta energía reside la base de la unión animal y espiritual de nuestro ser, la posibilidad de olvidar el ego al unirnos con otra persona siempre que realicemos esta unión con un sentimiento profundo de afecto, entrega y amor. Cuando se hace con otro tipo de sentimientos nos lleva al conflicto, problema  y enfermedad de tipo sexual.

     Quizás el aspecto que menos miramos en nuestra sexualidad, es el relacionado con la creatividad. Nos hemos acostumbrado tanto a buscar el placer en la actividad, que hemos descuidado u olvidado su importancia y relación con la mayor parte de nuestras vidas. Por medio de ella, nacemos y además creamos lo máximo que podemos crear, porque es la ampliación de la manifestación de nuestra propia vida. Es el aspecto de creatividad que más nos acerca a la divinidad, junto con el instante o momento del orgasmo, que nos hace olvidarnos de  lo que somos, de dónde estamos y la dualidad con la otra persona, para simplemente ser sin noción de qué, es quizás uno de los éxtasis que más nos acercan a la Unidad con Todo, pero en siglos no hemos aprendido nada más que buscarlo para aprender el olvido de la vida, en lugar de olvidar el ego.

     El bazo está vinculado directamente con el timo y el hipotálamo, y se relaciona con el páncreas para la producción de adrenalina. Fagocita todas las células y contaminación. Filtra la sangre, tiene que ver con las defensas creando leucocitos y con la distribución de las energías.  A nivel psicológico se encarga de deshacerse y defendernos de las ideas destructivas o malignas y las obsesiones. Evita así las preocupaciones obsesivas, defendiendo nuestra alma y mente de ideas contaminantes. En él se asienta el sentido de culpabilidad.

     En su relación con el páncreas, interviene para la regulación y equilibrio del azúcar en la sangre, la cual nos indica nuestra actitud y manejo de las cosas dulces de la vida. A veces sucede que aún teniendo unas condiciones buenas (dulzor) y amor en nuestras vidas, tenemos la creencia de lo contrario por sentirnos incapaces de algo tan innecesario como controlarlo o utilizarlo. Casi siempre por falta de seguridad y amor hacia nosotros mismos.

       En la diabetes el exceso de azúcar se elimina constantemente por la orina, lo que nos indica que no sabemos utilizar estas circunstancias de amor y dulzor, lo cual nos lleva a sentirnos mal, llenos de rencor, odio y enfado al no saber responder adecuadamente a estas muestras de amor y afecto, la mayoría de las veces por no ser capaces tan siquiera de verlas. Esto nos hace desear profundamente más y más afecto innecesariamente, al poseerlo suficientemente en la mayoría de las ocasiones.