A veces
mirando alrededor, me impresiona el grado de adoctrinamiento, de dejación de
responsabilidades, de ignorancia del amor propio, de la falta de aceptación de
sí mismo, que hay en la sociedad.
Es de suponer,
que en mi etapa de niño y juvenil estarían en uso y aún más, cuando escucho a
mi alrededor y me recuerdan, que he vivido en una dictadura en la que no teníamos
libertad, sin poder dar nuestra opinión y dirigidas nuestras vidas por el
dictador.
Aún así,
recuerdo aquellas frases de: “El pueblo
es depositario de valores eternos”, o aquella canción de: “Vale quien sirve y servir es un honor”.
Con el transcurso de los años y puede ser que por ese adoctrinamiento, me he
dado cuenta cuando conocí el budismo que la Vida es Una, y que todo el Universo
está al servicio de cada individualidad y cada individualidad al servicio del
Universo. Probablemente por eso a Buda se le llame “El Gran Merecedor y Dador de
Honra”, (“The Wold Honored One”), por estar al servicio y ayuda de Todo.
En nuestros días
y gracias a que el adoctrinamiento está encaminado a hacernos libres, pues nos
enseñan: El derecho a abortar, matando al maligno cigoto; a ser terroristas,
defendiendo que las ideas que nos han sido inculcadas desde la niñez son las únicas;
que dios es vengativo y celoso, debiendo matar a todos los que le llamen por un
nombre diferente al que nosotros le damos; que la izquierda es la única
libertad y progreso del pueblo, debiendo destruir cualquier otra ideología; que
las religiones que no nos acojonan, deben ser erradicadas de nuestra sociedad,
porque solamente la política de izquierdas nos dice la verdad.
Nos pueden
enseñar lo más absurdo, cambiarnos la historia, los datos de lo que quieran, porque
una vez que nos dicen algo, dejamos de ver lo que hacen los dirigentes y
adoctrinadores, para solamente ver lo que nos han dicho que es la verdad. No se
si en tiempos de Buda la gente era más o menos igual, y por eso habló de la “Gran Duda”, o lo que es lo mismo: “Contrastar las informaciones, tener una
opinión propia y ser responsables de ella”. Por ejemplo en Cataluña, han
tenido gobiernos con los que ha desaparecido el dinero, lo han usado para
cualquier cosa menos para el bienestar del pueblo, les han impuesto una educación
adoctrinada, les han destruido la capacidad de opinar por sí mismos, saben la
historia que les han contado y los mantras que les han hecho repetir, y no han
sentido la curiosidad de comprobar las informaciones, que muchas serán
incorrectas o utilizadas a conveniencia del mayor progreso de los políticos de
turno. A los niños que han llegado de otras comunidades, o son hijos de los que
por circunstancias y por las inversiones que se han hecho en Cataluña, tuvieron
que emigrar, se les adoctrinó y de igual manera que por ejemplo en Ceilán hay
tamiles del sur de India, que llevan mucho tiempo viviendo allí y ahora quieren
la independencia, pues los españoles adoctrinados, también la piden, para que
los políticos que les han arruinado sean los únicos dirigentes.
De niño, me
impresionaba ver en el circo la obediencia de los animales salvajes con los
domadores, las cosas que podían hacer que nunca habrían hecho en libertad. Por las
calles iban los gitanos con las cabras y los osos, que hacían montones de
habilidades al sonido de la trompeta.
Generalmente se
decía que eran animales amaestrados o domados. Hoy han pasado los años y en
lugar de asombrarme esas cosas, más bien me entristecen. No solamente cuando
son utilizadas comercialmente, incluso cuando veo animales vestidos y hechos a
imagen y semejanza de sus dueños, o dedicados a hacer vídeos con las
habilidades y monerías que les han enseñado para mayor disfrute de sus dueños.
Los animales son nuestros semejantes,
nuestros amigos y no deberíamos usarlos para distraernos, porque al igual que
el hombre han sido creados libres.
Ellos no tienen ese libre albedrío que
nosotros decimos poseer, por ello nuestro adoctrinamiento, nuestras acciones,
nuestro seguidismo de los domadores, de los adoctrinadores, de la verborrea de
los pastores, nuestra incapacidad para pensar y opinar por nosotros mismos, es
responsabilidad individual nuestra.
Como en la canción: “La validez de una
persona está en su capacidad de servicio. Como ser humano, en primer lugar a la
Humanidad, y a la Vida, porque servir, ser de utilidad, ser responsable de
nuestra condición, es ser una persona con honor”.
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