Pero se nos
olvida, que los científicos de hace diez o veinte mil años, apenas tenían
aparatos o medios para ver las cosas, que se tenían que basar en sus ojos,
mente e intuición.
Sus explicaciones
a veces es como cuando la ciencia nos hablaba de monstruos, continentes
montados en carpas, o un Universo girando alrededor de la Tierra.
Mientras las
religiones durante los miles de años, mirando la Vida, basándose en las
apreciaciones, abstracciones de cuanto acontece, han tratado de explicar el
funcionamiento de Toda la Vida, manifestándose en individualidades, en las que
el Todo se llama Dios y las individualidades Creación. Las dificultades para
explicar su relación, su desarrollo, sus niveles, sus expresiones, hay personas
que los miran en las aparentes incoherencias de las religiones, pero al menos
resolvieron lo del: “Huevo y la gallina”, con un Dios Absoluto y Eterno, sin
principio, ni final.
Las ciencias,
a lo más que han llegado es a explicar el funcionamiento de la Vida o a decir
que la manifestación es la Vida, algo que los filósofos chinos habían resuelto
mucho mejor hace miles de años, explicando los niveles y formación de las energías.
Cualquier aparato o medio que usemos, cualquier teoría que mantengamos, siempre
chocará con la simple pregunta de: “Y
eso de dónde vino”.
Sea que la
vida y la evolución genética viniesen de cualquier galaxia del Universo, o que
todo evolucionó desde una bacteria; que se originase desde el Big Bang, o desde
las cuerdas o existiendo uno o un número infinito de universos paralelos; que
la vida sea una energía en movimiento o parada; no importa a la teoría que
recurramos, siempre surgirán las mismas preguntas que en cualquier religión: “¿quién
es el que sabe acerca de que hay teorías?, ¿cuál es el origen, del principio
que está cambiando?, porque si alguien vino e hizo una mutación genética para
que naciera el homo sapiens, si fueron los altos espíritus, los Elohines o
vinimos de otra galaxia nosotros mismos, la pregunta es la misma: ¿en ese lugar cómo comenzamos?
La ciencia no
ha resuelto las preguntas vitales, solamente ofrece explicaciones de lo que hay
o de lo que se piensa que ha habido, por restos o teorías del camino, para
llegar a donde estamos.
Las religiones
y las filosofías antiguas, no se
conformaron con tratar de explicar las cosas que veían, o pudiesen percibir con
otros medios aparte de sus sentidos y mente, trataron de encontrar algo más allá,
a lo que llamaron espíritu de la existencia. Tratando de ver que para que algo
exista atemporalmente, no podía tener, principio, ni final; pensando que al
igual que entre todo su alrededor había una interdependecia: En la tribu, en la
familia, entre las diferentes partes del cuerpo, entre plantas, entre plantas y
animales, entre los astros y la Tierra, entre todos ellos y nuestra vida,
trataron de encontrar explicaciones y semejanza con un Todo, lo visto y lo que
no podían ver; observando los ciclos de la Naturaleza entre la Vida y la Muerte;
viendo que todo iba creciendo, que todo manifestaba la Vida, dijeron que
estaban vivos, animados por algo a lo que llamaron “ánima, alma”, algo que era
etéreo, porque no tenían microscopios ni nada para percibir lo que ahora, todavía
no podemos ver más allá de su manifestación, resultados o consecuencias.
Nos aferramos
a las palabras, al mal uso que se le da al conocimiento, pero nos centramos principalmente
en las religiones.
Pero el mal
uso no es porque lo que escribieron nuestros ancestros esté equivocado.
El que se nos
olvide que ellos se guiaban por la intuición, lo explicaban a su manera, que en
muchos aspectos y descubrimientos, llegaron más allá que la ciencia, pues no se
puede demostrar: “El Todo, lo infinito, el Vacío que no es ausencia de .., sino
aceptación indiscriminada de Todo, que no se puede demostrar la Vida", sólo explicar
lo que vive, que la ciencia solamente puede explicar lo que ya existe, pero no
puede investigar de antes de ese principio, porque la ciencia vive en el
espacio y el tiempo, siendo que solamente ha llegado a decir que el tiempo no
es fijo, sino una medida mutable.
La ciencia no puede investigar la
Eternidad, el Todo, o cualquiera de los conceptos que la Religión acepta, llamándolos
Dios, Vida. Porque al no ser medibles, se les llamó el Espíritu de la Vida, el
Espíritu de Dios, el del bosque, el del agua, el del Humano, el Dios que se
manifiesta en lo que existe antes del principio de algo, que es el Espíritu de
Vida que le permitirá vivir.
La ciencia debe de desarrollar nuestro
conocimiento, nuestro saber de las cosas. La Religión, es la que desde nuestro
corazón nos permite relacionarnos, siendo una sola Vida
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