No pretendo molestaros

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Yui Shin

sábado, 12 de diciembre de 2015

LA MENTE CREADORA


          No intento escribir sobre una mente privilegiada, ni tan siquiera de una mente cuya existencia pueda probar, pues diría que no existe una entidad que podamos llamar realmente la Mente Creadora, de la que escribimos a menudo, de esa Mente Creadora del Universo, de la Vida, la Mente de Dios.
          ¿Cuántos dibujos diferentes podríamos realizar en una página en blanco?, ¿Cuántos de ellos podríamos ver realmente y con claridad si los hacemos con un lápiz blanco?, ¿Cuál sería nuestra descripción de ellos, si los mirásemos desde la distancia, fondo blanco, dibujado en blanco, en formato pequeño?.
          Cuando existe un papel del color que sea, cuando hay un lápiz para dibujar de cualquier color, la mente creadora de un dibujo y la consciencia del dibujo, el lápiz y el papel, solamente puede ser realizado en la dualidad. Cuando nosotros tenemos consciencia o conciencia de la realización o existencia de algo, incluso en forma de pensamiento, solamente es posible en el mundo dual.
          Recuerdo en mi juventud, en clase de matemáticas cuando había que operar con un “número tendente a”, que tenías que usarlo como si lo fuera, pero que no lo sería nunca o cuando hicimos la demostración de “2=1”, que hay que hacerlo con letras, porque si no, te das cuenta del error cometido, pero nos costó llevarlo a casa y analizarlo, para ver dónde estaba el error.
          Podríamos decir que la Mente Creadora, la buena, la Absoluta sería el Vacío, o en matemáticas, la Matemática, en la que están no solamente los cálculos que podemos hacer, sino todos los que no sabemos. En el Vacío, todavía no estaría ni la página en blanco, sería antes del principio, hasta no tenerlo. La Página en Blanco, sería "tendente a" antes del principio, por lo que tampoco lo tendría, pero sería diferente al Vacío. Estas serían las dos naturalezas de la Mente Creadora, pero siendo Una, pues el Vacío carece de Naturaleza o sería la de la Página en Blanco.
          En Ella estaría Toda la Creación Absolutamente, sin tiempo ni espacio, en el Ahora Eterno. En el comienzo de la Dualidad, es cuando aparece el Lápiz, en el que por supuesto, está también Toda la Creación. Cuando un pintor pinta con el alma, es el pincel el que tiene que pintar y expresar el cuadro, pero en el pincel están todos los colores y todos los cuadros, de los cuales el pintor solamente ve, el que está pintando, la expresión de su alma. En Meditación, nosotros queremos silenciar el pincel, nuestra mente, en lugar de dejar que exprese su infinitud de trazos y colores, silenciándonos nosotros, nuestro ego, nuestro control del pincel, percibiendo en lo que percibimos a lo Absoluto en ella.
          Posteriormente es nuestra propia percepción, nuestra capacidad para ser Vida, la que determina qué es lo que vemos del lienzo, lo que vemos y creamos como nuestra vida, nuestro dibujo. Esa es la mente que nosotros percibimos, de la que de alguna manera, revertimos la situación y pretendemos controlar. Actuamos como si la Creación quisiera dirigir lo que la Mente Crea, siendo que en la Mente Todo está Creado antes de que se manifieste, de que sea percibido por otra parte de la propia Creación, nosotros.
          El lienzo de la Vida, no es algo en lo que se quede ningún trazo. Es el Vacío, donde no puede existir la percepción de algo. Pero para expresarse, el Vacío lo hace como plasma, como gas, como liquido, donde el trazo nace al mismo tiempo que muere, donde el trazo coexiste con todos los demás eternamente. Donde en el Yin o pincel, existen todos los trazos y colores. En el Yang, el lienzo, ya está creado, pintado, todo lo que es posible expresar.
          Nos referimos a la Mente Creadora, como a algo que crea el Universo, Todo; la vemos como una entidad que existe en dualidad. Pero en la Mente Creadora existe Toda la Creación, desde antes del comienzo, que es percibida por la dualidad, en tiempo y espacio, en muchos y diferentes, pero como en el lienzo, como el pincel, solamente pueden expresar lo que ya existe en ellos.
          No existe nada, que podamos expresar, calcular, descubrir, hacer, o manifestar matemáticamente, que no exista en “La Matemática”.
          No se puede crear nada, que no exista Eternamente en la Mente Creadora. 


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