En la mayoría
de los Sutras vemos las preguntas realizadas a Shakyamuni acerca de su enseñanza,
de su experiencia personal, explicaciones que nos llevasen a entender la
Naturaleza de Buda, el Vacío, la Realidad.
Sus respuestas
de alguna manera, nos llevan a la realidad, de que no hay explicación que pueda
darse para sacarnos de la Ignorancia. Pero seguimos preguntando por los
significados, esperando alcanzar la Sabiduría, por medio de la mente, del
entendimiento de lo que Es la Realidad.
Hay una
historia en el Sutra del Loto, en el capítulo 3º, titulada “LA PARÁBOLA DE LA CASA EN LLAMAS”.
“Hace mucho tiempo, un hombre rico vivía en una villa. Su fortuna
era inmensurable. Tenía muchos campos, casas y sirvientes. Su casa principal
era grande, pero tenía sólo una puerta. En esa casa vivían muchos cientos de
personas. El edificio estaba en decadencia, las cercas y paredes estaban
corrompidas, las bases de los pilares estaban podridas, y los postes y vigas
estaban inclinados.
Repentinamente, un fuego estalló y se propagó por todas partes. Es
esta casa vivían muchos hijos del hombre rico. Él se asustó mucho por el fuego
y pensó, “Yo puedo salir sano y salvo de la casa en llamas, pero mis hijos aún
están adentro. Ellos están absortos en sus juegos. No saben que el fuego viene
hacia ellos. No están asustados. No saben qué es el fuego.”
“Esta casa tiene sólo una puerta. Peor aún, la puerta es pequeña.
Mis niños son demasiado jóvenes para saber esto. Están apegados al lugar donde
están jugando. Pueden quemarse. Es mejor que les diga sobre el peligro. Deben
salir rápidamente de manera que no mueran quemados.”
“Salgan rápidamente!” Les advirtió con estas buenas palabras
surgidas de su compasión hacia ellos, pero estaban demasiados apegados al juego
como para escuchar las palabras de su padre. No desearon salir. Corrían
felizmente. Sólo echaron un vistazo a su padre ocasionalmente. Si ellos y yo no
salimos juntos, podríamos quemarnos. Debo salvarlos de este peligro con un
medio hábil.
Les dijo, “Los juguetes que desean están afuera. Hay carros tirados
por ovejas, carros tirados por ciervos y carros tirados por bueyes. Pueden
jugar con ellos. Salgan de esta casa en llamas rápidamente!”
Shakyamuni nos
habla de que todo es Vacío por Naturaleza, que no existe una entidad donde
pueda morar el ego, que realmente no hay Dharma que transmitir, que todo cuanto
percibimos es Irreal.
Aún sabiendo
que no existe una casa donde refugiarnos llamada Dharma, conociendo que no
existe una entidad donde pueda existir el hijo, la enfermedad, el fuego o
cualquiera de nuestras percepciones, puesto que no hay un ego que pueda
sustentarlas como individualidad y que ocupen un tiempo y espacio. Shakyamuni en
su Infinita Compasión, nos habló del fuego y los peligros de la Ignorancia.
Desde la
seguridad de que Todo está a salvo en la Realidad del Vacío, viendo que estábamos
a punto de ahogarnos en los océanos de la Ignorancia, quemarnos en el fuego de
la Ignorancia, por creer que conociendo que vivíamos en el Dharma Eterno, no
tendríamos nada que hacer, para existir en la Seguridad, en el confort de la
Sabiduría de la que formamos parte, en un Todo.
Todos nacemos
como seres únicos, e iguales, siendo que somos diferentes en nuestra uniqueidad.
Al igual que el Maestro ve la mariposa en el gusano, ve su vuelo etéreo, su ingravidez,
Shakyamui puede apreciar en Todo, la Naturaleza de Buda. Ve el Dharma en todas
y cada una de las manifestaciones, no como una posesión, sino en lo que son. Sabe
que no hay entidades que puedan aparecer o desaparecer, siendo que Todo Es
Eternamente.
La Ignorancia
es: la Irrealidad, el Sueño, el existir y vivir en el sufrimiento, en la vejez,
la enfermedad y la muerte. Algo que Shakyamuni acepta como Irrealidad, no como
existente o no-existente, sino como Irrealidad, como existencia en el Mundo de
Mara.
El gusano puede tener la seguridad de
que es mariposa, sabe que es mariposa, ha leído todas las Enseñanzas donde le
es explicado que “Es una Mariposa”, pero en su existencia en la Ignorancia, en
Mara, tendrá que arrastrarse, sin poder volar. Puede ser un sueño, puede ser
una existencia paralela, puede ser lo que queramos explicar, pero no puede
dejar de ser gusano, por toda la Eternidad.
No es Shakyamuni quien ha impartido
estas enseñanzas, desde mucho antes, el hombre ha marcado sus metas, sus
conceptos, lo que ha percibido que tiene que manifestar, para poder alcanzar
sus metas. Nos definimos como humanos, pero no hemos llegado a la Humanidad. Definimos
que somos un Todo llamado Dios, pero estamos en la casa incendiada, en fiestas,
juegos, búsquedas de posesiones y deseos, esperando que alguien nos llame y
salve de las llamas de nuestra propia Ignorancia.
Shakyamuni, nos ha llamado, nos ha
ofrecido los juegos y juguetes para que veamos que no corremos peligro en
realidad. Pero somos nosotros los que tenemos que dejar de arder en nuestra
ignorancia, porque no somos los inquilinos, somos la Casa en Llamas.
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