Parece
mentira las derivas de algunos políticos, escuchando a los mayores hablar,
recordando hace años, cuando los comunistas, socialistas y UCD, podían
dialogar, incluso con los nacionalistas que no eran separatistas o que al menos
no lo decían.
Lo
importante era establecer la democracia, recuperar la unión de la mayoría en
amar a España, olvidando que había existido una guerra fratricida, entre los
golpistas que derrocaron la monarquía en aras de establecer una república, y un
nuevo golpe del ejército que había ayudado a los republicanos, tras tener un
montón de gobiernos en dos años, y el odio entre facciones o grupos sociales,
que se estaba generando.
Tras
cuarenta años sin olvidar, decidimos olvidar, dejar de odiarnos los unos a los
otros e intentar convivir en la tolerancia y la aceptación, sin por ello
competir por un sistema, que tras los escándalos y la ruina a la que habían
llevado al pueblo español los socialistas, otro grupo comenzó un nuevo
ciclo, fue el PP, el que comenzó la alternancia de gobierno, debido a donde nos
había llevado el socialismo.
Una
vez en el poder, comienza lo que parece consustancial con el poder, casos de
corrupción, dineros que desaparecen, amiguismo y comisiones y el PP es mandado
a la oposición.
Y
llega el amigo José Luis el zapatero, que con su ley de memoria histórica, y
sobre todo el desarrollo y entendimiento que se hace de ella, comienza a
perderse el diálogo y a sembrarse el odio, entre la derecha y la izquierda,
republicanos y los que vivieron durante la época de Franco, y pensaban con
ideas de derechas, que es lo mismo que hay en el resto de los países, que es
algo que no tiene nada que ver con la dictadura, que la mayoría de ellos no
tuvieron cargos con Franco, algo que sí tuvieron los familiares de gran parte
de la izquierda y la derecha.
Se
demoniza la derecha, se le prohíbe respetar la historia de España, se hacen
pactos con todos para erradicarlos, se pone todo el aparato informativo, de
poder y de los funcionarios puestos a dedo durante los gobiernos socialista,
que han sido la mayor parte de la democracia, a esparcir todo lo que hace la
derecha, por supuesto lo malo solamente. Hasta crear el odio de los españoles
que creen que con una sola mano se vive mejor, odiando a muerte a la derecha.
Si
miramos la corrupción y habiendo menos partidos de derechas y siendo que han
gobernado menos tiempo, las cantidades y los casos, son menos los de derechas.
Pero al repetirlos tantas veces, al ser detenidos todos con gran parafernalia,
al no decir los medios de comunicación cuando son declarados inocentes o se
archiva el caso, parece que los únicos corruptos son de derechas.
Los
casos de Blanco y Bono, se habló más cuando se archivaron los casos o cuando se
les declaró inocentes, que cuando estaban en dudas. Algo que me parece bien si
alguien es inocente, porque la mierda deja más olor, que la limpieza. Pero
vemos los casos de Andalucía que están prescribiendo, los pactos con ETA,
los insultos y descalificaciones llevando a sus votantes al odio de la
oposición, las ruinas económicas y en algunos aspectos sociales, el fracaso de
todos sus sistemas de enseñanza, los pactos de IU con etarras y separatistas,
la ignorancia y el odio que nos traen con los cambios de nombre de las calles,
con el Escorial, con la república nido de corrupción, ineptitud y fracaso
político. Los dineros de Venezuela, Irán, colocaciones a dedo. Podríamos seguir
no solamente con el partido que ha gobernado, sino con todos los de izquierdas
y sus sindicatos.
Tenemos
una mierda, pero no son los partidos, sino los políticos. Dicen que son: los
dialogantes, los que traen el progresismo, los que nos traerán el bienestar.
Entre Zapatero I y Zapatero II, han traído el progreso del odio y la
intolerancia con los que son alternativa cuando fracasan y que han arreglado sus
dos desaguisados. Dialogan con sus palmeros, con los terroristas, con los
independentistas, porque ellos son tolerantes y dialogantes, pero intentan
destruir a los que pueden ser su alternativa.
Cuando
el socialismo ha fracasado en el gobierno de España o en el de las autonomías,
la alternancia mayoritariamente ha sido el PP, que a veces ha gobernado durante
largos periodos en algunas comunidades, algo que no perdonan las izquierdas,
que piensan que son el monopolio del bienestar, el bien, la justicia, la
igualdad y la honradez. Pero si hay algo que se parece a las dictaduras son los
monopolios.
Pero
es el pueblo el que debe de ver la bajeza de miras, la ineptitud, la falta de
dignidad, de honradez, de demasiados políticos. No aceptando que nos devuelvan
a esas épocas de odio, en el que nos asesinamos unos hermanos a otros. Si vamos
unidos, cualquier idea política es buena para avanzar en todos los aspectos, si
vamos en el odio, ninguna política nos dará bienestar.
Debemos
exigirles a ellos, a todos, que se pongan de acuerdo, y a Pedro que se lave su
mierda, antes de brindarnos a los españoles la mierda ajena. Que deje su
Zapaterismo, su odio por la mitad de los españoles, que se dedique a lo que
deben hacer los políticos, los maestros, los obreros, los empresarios: “A unir
al pueblo en la aceptación de los demás para poder vivir en la armonía de las
diferencias”.
Para
ello no hay que vender: a los españoles, ni su alma, ni ver la mota de los
demás, por la simple ambición del poder, para sin importar el futuro de España,
llevar adelante su odio a los que han tenido que arreglar muchos de los
desaguisados socialistas.
No hay peor político, que el que
instaura el odio en el pueblo, dividiéndolo. No importa la calidad de sus
palabras, sino la negrura de su corazón, su falta de humanidad, su falta de
dignidad.
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