Durante siglos
el hombre que estaba tratando de unir cielo y Tierra, se olvidó de su propósito,
comenzando a establecer el principio del análisis de las unidades separadas.
Cortó los árboles,
estableciendo huertas, que poco a poco transformó en mono cultivos. Creó
Religiones, para unir el hombre con Dios, el cielo y la Tierra, finalmente
separó la religión, la ciencia y el estado. Comenzó por la salud integral, el
científico, que era un todo en uno:
escritor, filósofo, científico, matemático, inventor, etc., porque creía que el
conocimiento estaba en el entendimiento del funcionamiento de un Todo. En nuestros
días separamos las matemáticas en: sumas de un sumando, de dos, de tres,
incluso hay universidades que estudian: “Las sumas sin sumandos”, que no sé ni
cómo son.
Estudiamos las
enfermedades, solas, al hombre solo, y podemos estudiar hasta los átomos por
partes. Esto nos llevará al entendimiento de la Vida, de la Humanidad, de la
Existencia, porque cuando sepamos cómo funcionan las cosas por separado,
podremos unirlas para entender al Todo, lo que no está claro, es cómo se va a
meter, el que apriete el botón del ordenador que nos dirá lo que somos.
Hay una frase
que he leído esta mañana, es de una activista y escritora americana, Catherine
Fahringer, que abogaba por la separación de estado-iglesia. La frase es:
“Estaríamos 1.500
años más adelantados si no hubiera sido por la Iglesia, arrastrando a la
ciencia tomada de sus faldones y quemando nuestras mejores mentes en la hoguera”.
Pienso que la segunda parte está mal traducida, al menos en significado o lo
que probablemente quiso decir la escritora, podría ser que: “Haciendo retroceder a la ciencia, por medio del poder de sus sotanas”,
fuese un poco más correcto.
Hay un gran número
de personas que creen firmemente que el estudio o experimentar las cosas,
incluso algunos aspectos de la vida, separando los ingredientes es lo mejor.
Buda aquietó la mente atormentada de un
discípulo, simplemente diciéndole que le dejase o al menos le mostrase su mente
atormentada, al no poder hacerlo, la mente se percibió en calma.
Siempre pensamos
que si algo en nuestra vida hubiese sido diferente, no tendríamos los problemas
que tenemos. Por ello nos atormentamos con decisiones pasadas, pensando que han
originado nuestros conflictos. Aún siendo esta la realidad en ciertos
aspectos, solamente tendríamos que cambiar nuestra percepción, para cambiar el
momento actual, lo que no podemos es cambiar el pasado.
Olvidamos siempre, que no son las instituciones que hemos creado las que se equivocan, sino
nosotros en cómo realizamos las actividades.
Incluso así,
la ciencia podría haber destruido la humanidad, inventando algún armamento o
realizando algún experimento, hace siglos, si no se hubiese parado, es algo que no podemos saber. Nuestros miedos mostrados en libros
y películas, de la llegada de civilizaciones más evolucionadas que nos
destruyeran o esclavizaran, “El Planeta de los Simios”, negando cualquier posibilidad
al hombre de que tuviese progreso, incluso limitando el conocimiento de los
simios. Pero esto solamente permitió, un odio sin conocimiento, que al final tampoco
evita la violencia, el odio y la imposición del fuerte sobre el débil.
Y es que
todavía, en un mundo donde pretendemos que domine la ciencia, pensamos que una
máquina funcionaría mejor y sería más simple separando sus componentes, sus
partes. Que podemos cambiar los errores del pasado y crear un presente mejor. Que
si quitamos los ideales y la espiritualidad, podríamos crear científicamente ¡Un
Ser Humano”.
Los países
comunistas, erradicaron o trataron de erradicar la religión, China recorrió
Taiwan, Hong Kong, las montañas chinas y el Sudeste Asiático en busca de
Maestros Budistas, para reabrir los templos y devolver la cultura religiosa al
pueblo, Rusia, Cuba, Birmania, todos aquellos que trataron de destruir la
Religión, tuvieron que recurrir a ella para devolverle los valores, la ética,
la humanidad y la ilusión espiritual al pueblo.
No somos un trozo de carne, ni un
cerebro, ni un espíritu, ser todo lo que somos, no es por separado, no es
quitar lo que no nos gusta y dejar lo que sí, no es que un gobierno o un grupo
social determine lo que somos. Es el encontrar lo que somos a nivel individual
lo que es nuestra meta, nadie lo puede hacer por nosotros.
La escritora falleció por cáncer de páncreas,
el órgano que metaboliza el azúcar, lo dulce de la vida, el que reconoce y
utiliza, el cariño, el amor, que es lo más dulce, lo que endulza y hace mejor la
convivencia, incluso con uno mismo. Sus propias células atacaron el cuerpo en
el que podían existir. Muerto el cuerpo, la mente desaparece, el alma se hace
inexistente, el cáncer no tiene dónde existir.
Si queremos crear la Humanidad, no es
atacando, culpando, o demonizando las instituciones, sino haciendo que nos
lleven en el camino correcto. Porque no son ellas, las que hacen las cosas sino
nosotros.
No podemos cambiar el pasado, pero sí
aprender de él. Miremos, que no son los gobiernos, las religiones, los poderes,
ni los estamentos, los que cambiaran nuestras vidas, porque solamente tendremos
la vida que hemos creado.
La Atlántida, y las civilizaciones
pasadas, murieron a manos de
la Ciencia.
Pero no
fue la Ciencia la que las destruyó, sino el uso que nosotros hicimos de ella.
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