ó
Aparato digestivo:
Tiene la
función de mezclar los alimentos ingeridos con nuestros propios jugos, la
extracción y separación de sus componentes, la diferenciación entre lo que es
asimilable y lo que no lo es, y la expulsión de lo digerible o no digerible,
que no ha sido asimilado y su utilización a nivel energético. A nivel
psicológico tiene que ver con la digestión y asimilación de nuestras
vivencias (así como nuestra actitud hacia ellas), ideas, pensamientos e
impresiones recibidas del exterior, así como la capacidad de aceptarlas.
Las personas que tienen problemas de digestión, suelen ser aquellas con
problemas para incorporar, integrar y aceptar los pensamientos, sentimientos o
ideas de los demás o propios, con el concepto o idea actual que tienen de
ellas. También suele mostrar personas que reprimen o exteriorizan excesiva o
insuficientemente su agresividad, preocupaciones o que rehúyen los conflictos;
cuando esto no es expresado adecuadamente y se interioriza puede dar origen a
la úlcera.
ó El intestino delgado se relaciona con el
pensamiento analítico consciente, es donde se asimilan los alimentos, aprovechando
lo que es bueno, para que el organismo pueda recuperar su energía, mandando al
intestino grueso para ser excretado, aquello que sea nocivo o innecesario. A
nivel psicológico se relaciona con la parte del cerebro donde se realiza la
asimilación de las ideas, separando aquellas que son compatibles, necesarias o
beneficiosas con las nuestras y expulsando las nocivas o innecesarias. Esto se
corresponde con el proceso analítico.
Sus afecciones indica
personalidades que son poco o excesivamente: críticas, analíticas, con
angustias vitales, o una mala asimilación de las circunstancias de la vida,
debido a su actitud o conceptos que tiene en la vida, especialmente a nivel
mental.
ó
El intestino grueso se relaciona con el inconsciente, es donde se realiza la última selección,
antes de ser excretado lo que no nos es beneficioso.
ó
El estreñimiento
es la
retención de los alimentos buenos o malos, sanos o insanos, que nos gustan o
disgustan, digeridos o no, y que no hemos asimilado. Esta retención origina un
envenenamiento de la sangre. Manifiesta también un desequilibrio entre la mente
y las emociones.
Las personas que padecen de estreñimiento son aquellas que
retienen lo que es nocivo, que se aferran a las cosas, incapaces de expresarse,
que no dejan que se vayan los traumas o problemas del pasado que son
innecesarios. Muchas veces por una falta o exceso en la manifestación o desequilibrio de nuestras
emociones que hace que las heces tengan una consistencia demasiado dura para
que fluyan fuera o por una separación entre las manifestaciones mentales y
psíquicas.
Por el contrario, la colitis, indica una situación en la que
hay una mezcla desequilibrada de mente y emociones (gran caudal emocional con
su exceso de líquido). La dificultad de estas personas para manejar y encontrar
una alegría equilibrada en la vida, hace que se aferren a los conflictos y
problemas del pasado, pero reaccionan con miedos y angustias desmesuradas, por
lo cual no pueden retener nada. Esto les produce gran irascibilidad y el deseo
de deshacerse rápidamente de las ideas
de fuera. Siendo que la mayoría de las veces no pueden asimilar las vivencias
tirando lo bueno y lo malo.
Tras ser seleccionados, recogidos, preparados, ingeridos y
digeridos los alimentos, viene lo más importante que es la expulsión de todo
lo que no hemos asimilado, de todo aquello que no ha podido transformarse en
nosotros. Independientemente de que nos gusten o no, los comamos en
circunstancias que nos agradan o desagradan, todo aquello que no hemos
asimilado son toxinas que nos envenenarán e impedirán el buen funcionamiento de
nuestro organismo. A nivel psicológico indica que no somos capaces de
liberarnos de aquellos aspectos de la vida que no hemos asimilado, bien sea
porque: nos gustan, no queremos verlos, sentimos rencor o deseos de venganza o
cualquier otra razón que nos impida el devolverlos a su origen, bien sea la
naturaleza o una persona. Siempre que retengamos algo que no hemos asimilado,
independientemente de la causa, aun no existiendo un sentimiento de rencor,
envenenaremos nuestro ser a todos sus niveles tanto físico, psíquico como
mental. Esta retención es el cordón umbilical que nos impide ser
independientes, por no aceptar nuestra individualidad, nuestra vida y lo que
somos.
ó
Hernia de Hiato:
Se les forma a las personas que tragan mucho sin desahogarlo.
ó
El hígado
depura y metaboliza las energías extraídas de los alimentos que transporta la sangre
permitiendo así la correcta absorción y asimilación de las sustancias
nutritivas del torrente sanguíneo, absorbe y almacena grasas y proteínas, ayuda
a mantener el nivel de azúcar en la sangre, neutraliza aquello que es nocivo y los
venenos que acceden al aparato digestivo, y es de gran importancia en el
sistema inmunitario. Originalmente en el desarrollo de la vida el hígado podría
ser el segundo cerebro, pues es el que comienza a diferenciar la dualidad de
las cosas como beneficiosa o perniciosas para la individualidad de la que forma
parte. A nivel psicológico es el que hace la valoración y depuración de
nuestras vivencias, filtrando, procesando y neutralizando aquellas que sean
nocivas o inadecuadas, y a llevar a la sangre (nuestro canal emocional) las que
son beneficiosas y adecuadas a nuestro desarrollo. Por lo cual filtra y
contrarresta para transformarlo en beneficioso: las iras, resentimientos,
rabia, odio, envidia, privación de libertad, celos, frustración, etc...
Teniendo que ver mucho con la agresividad, entendiendo por agresividad la
autoprotección o defensa de la existencia de la individualidad. La retención o
acumulación de esta agresividad se puede manifestar como ira o violencia.
Los problemas de hígado
suelen indicar una ingestión excesiva a nivel físico, emocional o mental de
alimentos, razón por la cual congestionamos su función, impidiendo así la
posibilidad de poder asimilarlos adecuadamente, debido a haber sobrepasado
nuestra capacidad de asimilación. Cuando la acumulación se mantiene durante
mucho tiempo, especialmente la ira, puede solidificarse dando origen a los
cálculos biliares. Por ser el órgano relacionado con la limpieza de toxinas de
la sangre, se relaciona con las conductas adictivas, ya que la necesidad de
ingerir toxinas reflejaría simplemente que nuestro organismo al ir perdiendo
las que tiene, siente o cree necesario recuperar el equilibrio que conoce. Es
la sustitución de las presentes en nuestros sentimientos y mente como: odio,
ira, frustración, rabia, incompetencia, rechazo de sí mismo, dolor, avaricia,
hambre de poder, etc. a nivel psíquico y mental por toxinas sólidas, físicas o
materiales. Con esta ingestión de toxinas externas eludimos y aliviamos el
reconocimiento, aceptación o resolución de las tensiones producidas a nivel
interno por las actitudes y emociones negativas.
En la M.T .C. el hígado se relaciona
con la ira hacia los demás o hacia nosotros mismos, la cual absorbe de la
sangre para usarla en su propio equilibrio y el de otras emociones.
ó
Vesícula biliar:
Con la
bilis que almacena permite principalmente la descomposición de las grasas en
sus elementos, para poder ser asimiladas por nuestro organismo. A nivel
psicológico se relaciona con el filtrado, uso positivo y eliminación de los
sentimientos y pensamientos de: ira, cólera, amargura y coraje. Su buen
funcionamiento, al permitir la expresión de nuestros sentimientos ayudaría a la
excreción y disolución de las piedras. Al ser liquida la bilis, indica la
sensibilidad de la vesícula a las emociones.
Tradicionalmente los
cálculos de vesícula eran más frecuentes en las mujeres debido a que por las
costumbres sociales no podían desahogar su ira adecuadamente, y en el hombre
eran normales los cálculos de riñón al no poder manifestar sus miedos. Esto es
ahora diferente al cambiar las relaciones y costumbres sociales.
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