DUALIDAD /
YIN – YANG
Todo principio es
creado y sustentado por su opuesto.
Todo principio participa y contiene su
opuesto.
La vida es infinita, las formas que puede
manifestar son infinitas, los tamaños, variedades y posibilidades son
infinitas. Todo y cada una de las individualidades tienen implícita la
infinitud de la vida de la que son parte.
¿Cómo podríamos eliminar un solo aspecto
sin romper esta infinitud?. Separadas cada una de las divisiones, seguirían
siendo mitad YIN, mitad YANG
El yin y el yang son las dos mitades de
una misma individualidad, lo que hace que sean inseparables si no se cambia la
individualidad.
La dificultad de entender la
dualidad-unidad en Occidente viene dada por cómo la percibimos. Generalmente
toda nuestra filosofía nos lleva a ver la dualidad formada por dos opuestos,
esto es, la polaridad representada en una línea recta lo que hace que los
opuestos ocupen situaciones separadas, opuestas e infinitamente distantes e
irreconciliables. Siempre veremos la pareja formada por dos individualidades,
nunca como una única individualidad de pareja.
La perspectiva oriental por el contrario,
ve la dualidad como los puntos opuestos en una circunferencia (más bien una
esfera), lo que hace que sean idénticos, el mismo punto, el mismo concepto pero
con polaridad contraria, lo cual hace imposible separarlos o anular uno de
ellos sin anular el otro, pues son una misma individualidad que tiene ambas
polaridades, a pesar de que aparentemente sean dos y se llame dualidad.
Es por ello que el Principio
tiene potencialmente al Fin en su Ser y todo es siempre Final y Principio de algo. Cada
momento cada instante es el principio y final del Todo.
Somos en cualquier momento de nuestras
vidas el principio de nuestro futuro y el final del pasado. De esta manera la
vida siempre es la unión de los dos: principio y final. Si todo mi futuro
comienza ahora ¿Cómo puedo tener un ahora sin pasado?, ¿Cuál es el principio de
una circunferencia, cuál su final?. Cualquier punto de ella encierra el
principio y el final y sus puntos son infinitos.
Siendo el concepto de Dios, algo infinito,
eterno, en la definición está implícito sin principio, sin fin, lo que no va
más allá de cualquier circunferencia. El futuro es engendrado por un presente
siempre virgen, engendrado a su vez por un pasado virgen también.
En medicina el tratamiento de la
enfermedad consiste en anular y a ser posible eliminar los estados que
definimos como enfermedad, sufrimiento o dolor. Pero ¿cómo cortar de la vida
una mitad, sin afectarla profundamente y evitar que la propia vida se defienda
y la siga creando?
Todo nuestro sistema inmunológico,
nuestras defensas no solo físicas sino también nuestro tesón, constancia,
deseos, nuestra mente analítica, todo cuanto somos se ha desarrollado a partir
del esfuerzo por adaptarnos y existir en esa dualidad y dudo que pudiésemos
hacerlo en un mundo en el que no se diese dicha dualidad.
Hoy día vemos que nacen muchos niños e
incluso personas que desarrollan siendo adultas alergias.
Este desequilibrio del sistema
inmunológico, dicen los científicos que puede estar influenciado por el estilo
de vida que llevamos en el que se intenta esterilizar nuestro entorno, destruir
todo tipo de bacterias y circunstancias que consideramos dañinas o nos
disgustan. Debido a ello el sistema inmunológico crea como enemigos peligrosos
cosas y situaciones que un sistema inmunológico normal reconocería como una
situación fuera de peligro y no reaccionaría.
Relacionando todo esto con el yin y el
yang y viendo sus definiciones, arriba-abajo, frío-calor, amor-odio,
bonito-feo, enfermedad-salud, vemos que en la vida cuando se divide en dos
mitades algo, cada mitad conserva el arriba-abajo, detrás-delante, etc. Y las
otras definiciones que no nos parecen tan evidentes también se conservarían.
Si ponemos la mano bajo un grifo de agua
fría, notamos su frialdad, si a continuación introducimos la mano en hielo y
volvemos al mismo grifo, el agua que antes era fría ahora la percibimos
caliente.
En cualquier dualidad el concepto se
define siempre por comparación y no tiene un valor absoluto, por lo que algo
que definimos con un concepto puede perfectamente en diferentes circunstancias
o comparado con algo distinto ser definido con el concepto opuesto.
Esta diferenciación o comparación es el
origen y lo que crea el concepto de imperfección en la vida, pues siendo que
“todo es lo que es” con respecto a su definición (cuando esta es correcta)
siempre es perfecto. Al comparar algo con un concepto preconcebido, otra
individualidad, un deseo o idea de ello hace que al no adaptarse parezca
imperfecta.
Todo es perfecto. La vida como absoluta es
perfecta tal cual es, por una razón simple “La vida es tal cual es” y no puede
ser definida, analizada o posibilidad de ser comparada en su aspecto de
absoluta, por eso su imperfección nace de nosotros al intentarlo.
Al partir del concepto de
que la dualidad y sus manifestaciones tienen un origen común, se realiza que
todas las manifestaciones son interdependientes por lo que una manifestación en
un nivel está influenciando a todas las demás en todos los niveles, y todas las
demás de todos los niveles están influenciándola a ella.
Esto nos sirve para tener la
posibilidad de producir cambios en una situación concreta en un nivel, al
introducir algo nuevo en un nivel que nos sea fácilmente accesible y que tenga
gran influencia en el que queremos modificar.
Por ello se considera que la
salud es siempre el resultado de un equilibrio determinado. La buena salud es
la manifestación de que existe un equilibrio dinámico que deseamos y el mal llamado
desequilibrio, manifiesta otro estado de salud que es el que no deseamos
normalmente y que llamamos enfermedad.
Todo tipo
de equilibrio, bien sea este a nivel físico, emocional o mental, está condicionando
a los otros niveles y siendo condicionado por todos ellos. Esto nos permite que
cuando queremos cambiar uno determinado, podamos hacerlo desde donde sea más
accesible, si bien tenemos que terminar siempre tratándolo en el nivel de mayor
influencia y más profundo para conseguir el máximo efecto.
El
equilibrio natural debería corresponderse siempre con el de nuestra naturaleza
profunda, desembarazada de las influencias que la relación con las
circunstancia de nuestra vida nos han creado en forma de fobias, manías,
costumbres o como creemos que debemos ser por nuestra educación y
circunstancias.
De todo lo que nos ha alimentado
en cualquiera de nuestros niveles, hay una parte que no hemos asimilado y
todavía está en nuestro interior, esta parte refleja, la naturaleza que nos
aleja de la que verdaderamente aceptamos, la que nos impide sentir nuestra
Individualidad.
Igual que la comida física que
hemos digerido y no hemos asimilado, si no la expulsamos terminará por
envenenarnos, independientemente de que los alimentos sean buenos o malos, nos
hayan gustado o no, o las circunstancias agradables o desagradables en que los
comiésemos. Los alimentos mentales y emocionales que no asimilemos y
retengamos terminarán por envenenarnos, enfermarnos y darnos un equilibrio que
no deseamos ni aceptamos independientemente
de su naturaleza o polaridad.
Entendiendo por asimilar la total aceptación,
transformación e integración en nuestro Ser de todas las circunstancias que
alimentan nuestra vida, a través de nuestro aprendizaje, actitud y aplicación
de ser, lo que somos realmente.
La vida siempre mantiene un equilibrio perfecto, aunque nos
parezca mentira, en nosotros también se realiza esta perfección, no pudiendo
apreciarlo la mayoría de las veces por no ser el que deseamos o pensamos que
debemos tener, lo que es un error, pues continuamente somos el resultado de
nuestras circunstancias conocidas o no, por lo que no hay error posible. Somos
el fruto y resultado que las circunstancias y nuestra actitud desde el
principio de los tiempos y aún antes, ha producido en este instante.
FUNCIÓN
FISIOLÓGICA DE UN ÓRGANO Y SU RELACIÓN PSICOLÓGICA.
Para Occidente el Chi es
algo misterioso y poco definido, para
Oriente es la parte de la
Energía que hace que esta manifieste la vida como la
concebimos y vemos. Podríamos decir que el Chi es el principio y el que determina la naturaleza y función idónea para
la energía, ya que no es exactamente la energía en sí, y al mismo tiempo
tampoco podemos decir que el Chi no sea energía.
Su
importancia en la
Medicina Tradicional China, es enorme ya que con su paso a
través de los Meridianos hace que los órganos, los tejidos, músculos, fluidos,
sangre y demás componentes del cuerpo funcionen correctamente y puedan utilizar
la energía universal. Estaríamos equivocados si pensásemos que el Chi existe
solo a nivel físico el Chi funciona en todos los niveles de la vida y es
también el que hace que la mente y las emociones se manifiesten y funcionen
correctamente.
El
Chi es el que realmente manifiesta la
Unidad y consigue por tanto la unión en nosotros, del Cielo y
la Tierra ,
Espíritu y Materia, por esto el Chi se manifiesta por sus resultados y no por sí mismo. Esto hace que el Chi
cuando manifiesta su esencia única como pensamiento, sea percibido como Chi
Mental, en el funcionamiento de los riñones como una energía renal, en el
aspecto físico del riñón como materia y
en cada momento se ve, siente, piensa o nombra por como se manifiesta en
lo que estamos percibiendo nosotros.
El trabajo de las células
siendo individual, solo tiene en mente al colectivo, esto hace que la unidad o
individualidad colectiva funcione adecuadamente.
En nosotros las células de
cada órgano, cada pensamiento o sentimiento con su trabajo y actitud determinan
nuestro estado en cada momento de la vida.
Este trabajo celular es algo
diferente en las células cancerígenas, las cuales tienen un funcionamiento más
antiguo o primitivo, pues es similar al de las primeras células; cuando lo
único importante y necesario era la continuidad de las primeras manifestaciones
de vida y su asentamiento en la tierra, por lo que su pensamiento principal es sobre
la supervivencia individual. Siendo además que su capacidad de división en el
tiempo es mayor respecto a las otras células, hace que aumente su continuidad
en el tiempo.
Esta incapacidad para sentir
el funcionamiento colectivo es lo que las lleva a conquistar al resto, sin ver
que la conquista y destrucción de lo demás significa su propia destrucción.
La energía prenatal,
original es transmitida por los ancestros desde el comienzo del universo y
la que más se manifiesta en algunos aspectos, es la aportada por nuestros
progenitores en el momento de la concepción. Esta energía se almacena
principalmente en los riñones y no es reemplazable, es la que determina nuestra
constitución y naturaleza básica, lo que recibimos y usaremos para nuestro
desarrollo como seres humanos. Hay otros tipos de energías que pueden ser
reemplazadas o recuperadas por medio de la alimentación física, emocional,
psíquica, mental, espiritual, etc.
El equilibrio manifestado
por todas ellas es el que determina nuestro ser-presente
Todo lo que sucede o manifiesta
en cualquiera de nuestros cuerpos, desde el principio de los tiempos, sea a
nivel energético, mental, psíquico o físico será reflejado en todos ellos.
Siendo que todo aquello que no se realiza o resuelve equilibradamente en un nivel,
se irá manifestando como un problema en los otros, hasta ser resuelto.
A todo aquello que ingerimos y nos es beneficioso en cualquiera
de nuestras manifestaciones le llamamos alimento. Hay diferentes tipos de
alimentos como la lectura, ver, sentir y cualquier actividad nuestra o ajena
que pueda alimentar a cualquiera de nuestros cuerpos, sistemas o partes. Ya sea
a nivel físico, psíquico, mental o espiritual. Porque lo que los mantiene y
permite que puedan desarrollarse son los alimentos. De ellos hay una parte que
es la verdaderamente importante para nosotros: “la que asimilamos”; el resto
debe ser expulsado o se transformará en toxinas que envenenaran nuestras vidas,
dando origen a las enfermedades, manías, toxicomanías y en general problemas que
impiden el buen funcionamiento de nuestro ser.
La forma en la que seleccionamos, ingerimos, masticamos,
digerimos y asimilamos los alimentos es la que se muestra a veces como personalidad (segura o insegura,
capaz o incapaz de mostrar sus emociones, amores o afectos).
Una necesidad o deseo de hacer algo que no es satisfecho en su
origen del plano mental o psíquico se manifiesta como hambre física. Esto es la
insatisfacción es transferida al plano físico como una necesidad compulsiva de
comer. Diferentes necesidades o deseos se relacionan con alimentos
determinados.
La buena elección, preparación,
masticación y digestión de los alimentos en todos los niveles, es primordial
para poder aprender a digerir y asimilar las circunstancias de nuestras vidas, pues
es el plano físico el que nos permite practicar y cambiar más fácilmente una
actitud de vida, y trasladar este aprendizaje a los demás planos o niveles. De
aquí la importancia de respirar, beber y comer (los
tres tipos de alimentos y sus tres reflejos: actitud de aceptación, cuerpo
emocional, cuerpo mental) adecuadamente y evitar la retención de todo
aquello que no hemos asimilado. Su devolución a la naturaleza u origen
permitirá su reciclado y transformación por los demás, en productos de nuevo útiles
para nosotros. La forma adecuada de respirar, beber y comer, es la de hacerlo
ahora como si fuésemos ahora, la persona que queremos llegar a ser.
ó
La digestión
debería ser observada como resultado de la selección, estudio, cuidado,
preparación, ingestión, masticación, digestión, asimilación y expulsión de todo
aquello que sirve para mantener, alimentar y desarrollar nuestra vida, así como
la forma y el medio en que lo realizamos.
En otros planos es el nivel de
aprendizaje de algo que todavía no ha sido asimilado, por lo que continúa
siendo externo, no incorporado a nuestro ser.
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