No pretendo molestaros

Al parecer, algunas personas se sienten ofendidas porque no las agrego a mi foro. No tengo, ni pertenezco a ninguno, simplemente escribo y lo publico en abierto, para que libremente pueda ser leído o comentado por las personas que lo deseen. Suelo comentar las páginas que me lo permiten y les parezca bien, de las personas que me añaden a su foro. Suele ser lo que siento al ver lo que han publicado, intentando dar una visión diferente, desde la que ha sido escrito. Lo que os agradezco.

Si tenéis que pagar para entrar en la página, no es la original. Como digo a la derecha es Gratuita y sin publicidad.
Yui Shin

domingo, 8 de mayo de 2016

VENGANDO LA DERROTA


          Ayer hacía este comentario en uno de los artículos, por la respuesta supongo que no está bien explicado lo que quería decir. Pienso que es importante para tantos españoles que están intentando revivir la memoria histórica, tratando de juzgar, castigar y hacer justicia, con uno de los lados de nuestra guerra. Es según mi opinión la venganza de los perdedores, que de alguna manera tratan de envenenar el corazón de los que habían pasado página de algo que siempre es mejor olvidar, no borrarlo del recuerdo, sino de nuestros corazones. Porque incluso las cosas buenas hay que consérvalas en el corazón, borradas de la memoria. Cuanto más las malas, que nos envenenan la vida e incluso cuando conseguimos vengarnos nos destrozan la capacidad de amar.
          El comentario era: “Creo que algunos verán las noticias en la tele o al menos la verán en periódicos o leerán libros, quizás escuchen la radio, porque hay noticias de guerras cada día, pienso que ninguna es diferente los resultados que en la nuestra. Sin importar de qué ideas son. Al seguir con los odios, lo que se hace es seguir en guerras, salir de ellas sería lo necesario que habría que guardar en la memoria”.
          En las novelas del Oeste, recuerdo que los confederados eran expoliados por los unionistas al acabar la guerra, pero había bandas y grupos de confederados que robaban y asesinaban, considerados patriotas por los estados del Sur. Tras la guerra hubo expolios, asesinatos, proliferaron los asesinos y bandoleros, se mataban por los terrenos, por el dinero, por el poder.
          No he oído de ninguna guerra en la cual ambos bandos, no hayan atropellado los derechos del otro bando, asesinaran, expoliaran, rebajaran y abusaran del contrario cuando vencían, y acusaran de hacerlo los otros cuando perdían.
          Tampoco he oído, leído o escuchado, que un perdedor no prometa venganza y no esté dispuesto a ser más ruin, miserable y despiadado, si llega a vencer.
          Tenemos las bandas albano-cosovares, las de todos los países que han estado en guerra o han salido del “telón de acero”, las de los terroristas de todo tipo, las de cualquier residuo de odio que haya llevado a la guerra o a la separación de las gentes del pueblo en bandos.
          Están las mafias, los adoctrinadores tratando de alcanzar venganzas, los que nunca tuvieron poder y quieren alcanzarlo, los que tratan de crear la separación entre las gentes por una razón u otra.
          A pesar de ello, tratamos de revivir lo que hizo una mitad de la guerra, enjuiciarlo y vengar lo que hicieron con los perdedores.
          Nunca hay totalmente inocentes en una guerra, aparte de los niños, que son masacrados por los dos bandos. No se les masacra por matarlos, sino por sembrar el odio en ellos, el miedo que lleva a la violencia, el adoctrinamiento de que los malos son los otros. Porque no hay guerra sin soldados, sin alguien que maneje las armas de destrucción, que no suelen ser los que subirán al poder, los ideólogos, los adoctrinadores. Los que disparan y usan las armas, son el pueblo, con sus odios y envidias, con sus deseos de tener más que los demás, con pisotear a las minorías, o con gobernar a las mayorías, con la imposición de los ideales, pero siempre siendo el rebaño de alguien ambicioso.
          El resultado es siempre el odio y el deseo de venganza, que son las riendas con las que los ambiciosos dirigen y gobiernan la ignorancia y el borreguismo del pueblo. Hace años que terminó la guerra, hace años que se decidió olvidar, debería de hacer milenios que deberíamos ser personas que no permiten que el corazón se les pueda sembrar de odio y discriminación, que solamente vean lo que le dicen.
          El no olvidar es haber aprendido, no hay que ir a la guerra para ver y saber sus consecuencias y que no hay bando que no cometa atrocidades. Aprender significa no cometer los mismos errores durante siglos. Que no haya guerras, no es conseguir la última venganza o exterminar a los contrarios, sino que haya paz y amor en nuestros corazones.
          Hay quien tratando de alcanzar el poder, nos recuerda las separaciones de hace siglos, las guerras del pasado, lo que hicieron los otros, tratando de crear separaciones en el camino hacia la humanidad, tratando de revivir los odios que nos llevaron a la miseria y a vivir en el odio.
          Olvidar no es no recordar, sino que en lugar de odio, tratemos de convivir mejor en el amor, que tratemos de cicatrizar y reparar en lo posible los errores del pasado, pero antes que los errores de los otros, los nuestros. Porque la paz, la felicidad, el progreso, no están en el odio o la venganza, sino en la convivencia y el esfuerzo unido en una sola meta. En la aceptación de las diferencias, en la aceptación de que el pasado solamente debe quedar en lo que hemos aprendido para mejorar.
          Convivir, no es en el aborregamiento, en seguir las leyes, sino en ser individualidades que conviven en el amor.


No hay comentarios:

Publicar un comentario