Hay personas
que buscan incansablemente el mundo donde existen los seres mitológicos. Otras creen
que al existir solamente en la mitología, no hay un mundo real que pueda ser
descubierto para conocerlo, creyendo que solamente una persona fuera de razón
puede creer que los encontrará.
Pero quién
puede saberlo con certeza en una Vida que decimos Infinita, ¿hay algo que no
sea posible en la Infinitud?.
En cambio
nos es fácil disertar acerca del Yin y el Yang, algo que tomamos por real. ¿Quién
es el ignorante que no sabe que las cosas tienen dos mitades, tres tercios o un
número en el que pueden ser divididas?. Que Dios es la dualidad, el Yin y el
Yang, es Trínico en el Padre, Hijo y El Espíritu del Conocimiento o la
Consciencia, dual en Creador y Creación, y que diferentes filosofías lo pueden
explicar en otras divisiones.
La Verdad
de la que nos habla Shakyamuni, nos dice o al menos podemos entenderlo así, que
sería infinitamente más difícil encontrar el Yin y el Yang, o tan siquiera uno
de ellos en Buda, que el mundo de los seres mitológicos.
Solamente
en la comparación, pueden existir el Yin y el Yang. Solamente desde nuestro
conocimiento las cosas están divididas en partes, porque lo hacemos por matemáticas,
puesto que al hacerlo realmente cada parte vuelve a ser una individualidad, con
dos mitades.
En realidad
si no comparamos las cosas, no son ni Yin ni Yang, ni hay una parte diferente a
otra, porque es una sola individualidad. Solamente cuando percibimos y
comparamos, podemos darle nombre a las cosas, podemos determinar lo que son según
nuestro conocimiento y nomenclatura de ellas.
Pero Buda,
nunca deja de ser una Individualidad, independientemente de las divisiones que
hagamos: Espíritu, materia, infiernos, ego, mental, emocional, las divisiones
nunca llegan a ser individualidades separadas en Buda, por lo que no es posible
la comparación o la discriminación, no hay posibilidad de valorarlas o
transformarlas, dejan de manifestarse las leyes en la Impermanencia, porque es
la misma Impermanencia la que está manifestada en Buda. No hay más yo que el Yo
de Buda, que al no percibirse, le deja sin Yo y sin Buda.
Creemos en
la dualidad, y debemos vivirla como dualidad, porque es lo que nosotros estamos
creando, en ella veremos el Yin y el Yang, pensando que es una ley inmutable. En
los Sutras niegan y afirman, todas las leyes, las marcas y naturalezas de Buda,
porque cuando Shakyamuni nos habla de la Realidad que Él encontró, está tratando
de trascender la irrealidad del espejo.
No hay
ego, no hay Yin y Yang, no hay espejo, no hay dualidad, no hay Impermanencia,
por no haber no hay algo que pueda ser llamado Buda, por eso Shakyamuni para
iluminar el entendimiento de los que le escuchan, lo llamó Vacío.
Podemos seguir
preguntando por qué entonces, la vivimos cada momento de nuestra existencia,
pero es el precio de que la Vida pueda vivir, que Dios o Buda pueda manifestarse,
que nosotros podamos vernos en el espejo por ser lo único que no podemos ver,
intentar saber lo que somos es la creación de la dualidad, de que cualquier
individualidad tenga dos mitades mientras estas no sean separadas.
Seguir siendo
la mitad de algo sin saberlo, es saber que lo podemos hacer siempre que no nos
separemos de la otra, solamente en la separación existen: Yin y Yang, ego,
impermanencia, Dios, Creación, bien y mal.
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