Nos preguntamos
frecuentemente: ¿Qué es lo que muere?, no siempre tan directamente, pero es obvio que las
religiones, las filosofías y las esperanzas nos llevan siempre a la búsqueda de
la Eternidad, pensando si moriremos, si alcanzando la eternidad viviremos en lo
que somos, si tendremos un cuerpo, seremos espíritu, alma, o simplemente
seremos mente. En las religiones nos preguntamos si seremos uno con Dios, Buda,
la Vida, en el Ser o nos convertiremos en Vacío, si viviremos eternamente en un
cielo en el que desaparecerá la muerte y el sufrimiento, o simplificando: ¿Qué
es lo que muere?, tratando de saber lo que vive eternamente.
La respuesta
más simple que se me ocurre a mí, es: que lo
que muere es “Lo que Es”, no en un sentido
simple, sino en el Absoluto: “Todo lo que Es,
muere”.
Dice el Tao
Te King, que el que vive en el Tao o de acuerdo a El, es inmortal. Muere y
vuelve a nacer, eternamente hasta su extinción.
En el
Budismo, que siendo todo Buda, Todo existe en la Eternidad, en el Vacío. Pero
Buda, también es el que rige un Universo, Dios el que rige un mundo, todos
ellos eternos, pero mueren y renacen.
En el
Cristianismo, el Hijo de Dios, que existe junto a Él, decide nacer y muere para
vivir en la Eternidad, al entregarle su espíritu al Padre.
Son explicaciones
de Maestros, para que tratemos de comprender o intuir, “Qué es lo que muere”. Incluso
aquello que se dice vive en la eternidad, muere y renace. Morir puede morir,
todo lo que es, para renacer y seguir siendo. Como dice el dicho antiguo: “Todo lo que nace muere”.
Pero llega
más allá, porque si hay algo que no-es, o que no ha nacido, también morirá. Es la
propia Seidad, que no es palabra que contemple el diccionario, lo que nunca moriría,
porque es lo que trasciende el Ser de las cosas o del Todo, es lo que podríamos
definir como “Naturaleza de Ser”, sin necesidad de algo que sea.
Pero realmente
la Seidad, ¿puede no morir?, la Seidad como Seidad, también estaría sujeta a la
muerte. Un paso más allá, estaría el Vacío, pero el Vacío como tal, también
entraría en ser Vacío, por lo que moriría en la Eternidad.
Buscamos en
la Espiritualidad la Vida Eterna, porque seriamos uno con el Ser. Pero la Espiritualidad,
la Vida y la Eternidad, también morirán.
Cuando la
Vida muere, solamente quedaría la Muerte, que es lo único que permanecería vivo
como Vida.
Todo lo que
muere, retorna a su fuente la Vida. Todo lo que es efímero, retorna a su fuente
la Eternidad. Pero Todo cuanto Es, tiene que oscilar en su dualidad de Vida-Muerte,
viviendo en ambas. Todo cuanto Es, tiene que permanecer Eternamente, en su
oscilación con lo efímero.
El concepto
de Ser, implica algo que es. El de No-Ser, implica un algo que “es” No-Ser. El Vacío,
implica un algo que es Vacío. La propia Seidad, que parece que no tiene algo
que pueda ser, es en sí misma Seidad.
Es por ello
que el Buda Eterno según algunos Sutras, no existe, que aparece o desaparece,
que muere y renace. Que una vez alcanzado el Vacío, hay que olvidarlo, incluso
olvidar el olvido. Llegar a entender: “Todo lo
que es, está sujeto a morir”, es simple y
complicado en su simpleza, porque tendríamos que dejar de ser nosotros, o
contemplarlo desde un no-ser, que incluso tendría que trascender ese algo que
somos no-ser, para alcanzar su comprensión y poder caminar para conseguir
llegar.
Pero si llegáramos
a su comprensión, sabríamos que no hay que moverse, porque si hay algo que
pueda moverse o no moverse, también morirá. Somos Eternidad, que muere, para
seguir siendo Eternidad.
Ser Buda,
no es dejar de ser algo, sino siendo Todo, dejar incluso Ser y Todo, no dejar
de ser algo, sino trascender la Seidad, porque no dejaríamos de Ser, y muriendo
todo lo que es, es por lo que viviremos eternamente siendo Vida, porque incluso
la Muerte, no puede dejar de vivir, para que lo que es muera.
Si pensamos
que siendo Vida, no tendremos que morir, sería nuestra mayor equivocación,
olvidar no morir nos acerca a vivir. Olvidar al que quiere dejar de morir, que
es “El que está viviendo”, el ego, el yo, que quiere dejar de ser Todo, al tratar de
excluir la muerte, es la entrada del Camino.
Dejar de
ser, es la Vida Eternamente sin Muerte. Pero si dejamos de Ser, tampoco
podremos vivir.
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