LA MANTA

       Hay un viejo dicho que nos recuerda que: “Cuando la manta es pequeña, siempre nos quedará una parte sin cubrir”. No es posible doblarnos, encogernos o buscar una postura en la que pueda cubrirnos. La frase se refiere al ahora, la manta no puede cubrir lo que somos ahora.

       Hay otra frase que nos dice: “Así es arriba como abajo”. Lo simple de ella es desde el Yin y el Yang, su entendimiento desde que estamos contemplando un arriba y un abajo, separados. Es por ello que según la ley del Yin-Yang: “En el arriba, la mitad es arriba y la mitad abajo. En el abajo, pasa lo mismo”. Los dioses tienen una mitad humana y la otra divina, los hombres tienen una mitad humana y la otra divina.

       Todo esto es literal entendimiento de la frase, porque la verdad es que más allá de las elucubraciones, son frases simples, que dentro de una lógica funcionan como son entendidas, desde la letra.

       Lo de la manta, siendo verdad que no podemos cubrirnos completamente si la manta es pequeña, el conseguir que nos cubra tiene opciones diferentes.

       Por ejemplo cuando una persona tiene un 95% de Sabiduría y otra un 5%, si uniésemos sus sabidurías, una sería completamente sabia y la otra completamente ignorante, la unión de las mantas habría dejado a una cubierta y a la otra destapada. Esto es lo que pasaría en nuestro mundo, en nuestra vida.

       En el Mundo de la Vida, sus cálculos van más allá de la matemática cuántica, que nos dice, que cuando la lógica y las matemáticas normales, nos dicen que algo es de una manera o está en un sitio, pues no es así y además llevan razón.

       Es por ello, que cuando unimos la Sabiduría sin separarla de la ignorancia, puesto que es su mitad, si unimos las de dos personas, la Sabiduría cubriría a las dos. Independientemente de cuanta ignorancia sumemos, siempre cubrirá la mitad de la Sabiduría, debido a que en la Vida no hay dualidad separada.

       Nuestro vivir destapados no es por la manta, sino por nuestra separación. Al querer taparnos, siempre quedará una mitad al descubierto. Si nos quitásemos la manta totalmente para vivir destapados y descubiertos, la manta taparía la otra mitad de lo que somos.

       No importa lo pequeña que sea la manta de la Vida, Toda está totalmente cubierta y protegida. Si suponemos que Dios o Buda es la manta que protege la manifestación de la Vida, ¿Qué puede quedar fuera cuando la Vida es Vacío?, ¿Qué necesidad tiene la manta de ser grande o pequeña, o tan siquiera ser manta, para cubrir el Vacío?

       Es nuestra discriminación, la que quiere vivir solamente con una mitad, con una polaridad, o con la separación de las polaridades.

       Realmente cuando Hermes Trimegisto, dijo: “Así es arriba como abajo”, tenía toda la razón. La mitad del arriba es abajo, siendo la otra arriba. Si miramos el abajo, tiene una mitad arriba y la otra abajo. No es un problema de ellas, es que miramos que una parte está tapada, comparándola con la que está descubierta.

       Si Dios mirase la Creación, vería la mitad mala y la otra buena, pero nunca vería a Dios, que sería la otra mitad.

       Es el salirnos fuera, lo que engaña a las matemáticas, de la misma forma que las matemáticas normales, engañan a la cuántica, y la cuántica, no puede saber el resultado de lo Único, del Vacío, de lo Absoluto, porque no hay quien haga la pregunta.