En mis tiempos mozos, allá por mi
juventud, recuerdo que en muchas ocasiones cuando hablábamos o argumentábamos
acerca de gente importante o de transcendencia en la vida de la sociedad, una
de mis argumentaciones era que:
“De todas las personas que conozco y que existen en el mundo, con
la que más se me quita el hambre cuando come, es cuando como yo”.
Desde aquellos tiempos, mi interés ha sido
conocer a ese “yo”, que me quita el hambre cuando come.
Ahora cuando las canas cubren mi cabeza,
cuando el pelo está clareando, al preguntar por qué el mundo se sume en hambres
de tantas clases: “De
Justicia, de Paz, de Amor, de Humanidad, de Alimentos para el cuerpo, para el
alma, para el espíritu, me pregunto, si es que no estoy comiendo suficiente o
adecuadamente, o si será que todavía no sé quien soy”.
Creemos que la culpa es de los demás, de
la sociedad, de los poderes, pero quizás hemos olvidado lo importante: “De quién somos en realidad”.
Encontrar ese yo que es Humanidad, Sociedad,
Tierra, Universo, alimentándole adecuadamente, es el camino de eliminar las
Hambrunas de la Humanidad.
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