1. Vivo sin vivir en mí,
y de tal manera espero,
que muero, porque no muero.
y de tal manera espero,
que muero, porque no muero.
3. Esta vida, que yo vivo
es privación de vivir,
y así es continuo morir,
hasta que viva contigo:
oye mi Dios, lo que digo,
que esta vida no la quiero,
que muero, porque no muero.
es privación de vivir,
y así es continuo morir,
hasta que viva contigo:
oye mi Dios, lo que digo,
que esta vida no la quiero,
que muero, porque no muero.
Es difícil percibir al Todo, desde un
Dios-Creación, Dios-Satanás, Bien-Mal, diríamos que es la religión, el cristianismo,
culpando al exterior, ahogándonos más profundamente en nuestra dualidad. En el
océano donde se manifiesta nuestro Universo, “El ego”.
Es difícil expresar nuestro Ser Todo, sin
un yo, sin un mí, sin un sentimiento de unirnos a otro algo. Un yo que está
viviendo sin poder vivir, porque está percibiendo esa vida, ese vivir,
imposibilitado de lanzarse totalmente, desapareciendo en el “Vivir”, siendo
Vida.
En un deseo de desaparecer, de morir, para
poder unir su yo a Dios, viviendo en Él, sin dejar de percibirse como San Juan
o simplemente Juan de Yepes Álvarez.
En Budismo, Buda es Todo y Todo es Buda. La
percepción de absoluto, del Todo en oriente es diferente, por su propio concepto
de Dios y la Creación siendo simplemente el reflejo de su Ser.
Ryokan escribe cuando todo desaparece,
cuando el espejo roba todo lo perteneciente al ego, un haiku.
Una noche un ladrón le
robó sus pertenencias en la cabaña, al volver en el crudo invierno, Ryokan vio
la luna llena a través de la humilde ventana, y escribió:
Nusubitu ni (Al ladrón
tori nokosaresi se le olvidó
mado no tsuki. la luna en la ventana.
Nusubitu ni (Al ladrón
tori nokosaresi se le olvidó
mado no tsuki. la luna en la ventana.
No hay un yo, simplemente la Mente Pura, que nadie puede llevarse,
de nuestra ventana a la Vida.
Basho, nos escribe otro haiku, en un
bosque lleno de egoísmo, envidias, odios, hay una pequeña ermita, con un
pequeño estanque, en el estanque crecen los nenúfares, en una de cuyas hojas
hay una pequeña rana.
furu ike ya el
viejo estanque...
kawazu
tobikomu una
rana ha saltado
mizu no oto ¡plop!
Siempre nos queda el remanso de paz en el corazón, siempre
podemos florecer, al lanzarnos directamente en el Vacío, donde no hay ego,
solamente: “¡Plop!.mizu no oto ¡plop!
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