DIOS

          A lo largo de este tiempo escribiendo en el blog, he tratado sobre todo de aclarar mis conceptos de lo importante para mí mismo, compartiéndolo con quien lo ha querido leer.

          Hoy quisiera escribir acerca del concepto que más nos confunde, a pesar de que es del que más escritura, conversaciones e investigaciones se han hecho probablemente, el concepto de: “Dios”.

          Desde los albores de los tiempos, en los que el mal llamado ser humano heredero de los homínidos, comienza a establecer su estructura mental, cuando en él nace la conciencia de gratitud y del cambio en el tiempo, establece un algo por encima de todo, al que transcurridos los miles de años es conocido como Dios.

          Las diferentes religiones, creencias y filosofías han establecido generalmente un Todo, que tiene una entidad, en Budismo, se establece un Buda que es Vacío en su Naturaleza, en el Islam siendo más moderna, establece conceptos de diferentes religiones: Una especie de Vacío, que no es posible representar, más que por sus atributos y palabras o simbologías, pero no en imagen de una entidad o forma, siendo percibido como en las demás religiones como entidad, al atribuirle deseos, capacidad de transmitir leyes o su deseo de ser el Único.

          En algunos de los Sutras, pues parto del concepto de Buda, no del que se entiende o se maneja para las explicaciones y entendimientos de la entidad, sino del que yo al menos percibo en los Sutras.

          Hay muchos dioses en Budismo, cercanos y diferentes a los dioses: elementales, tribales o de las creencias antiguas. Cercanos a la perfección, pero existiendo en Mundos, diferentes, paralelos, en los que se manifiesta su esencia, su Naturaleza. Mundos de: Espíritus hambrientos, de Asuras, de Pretas, simbolizando muchas veces estados del pensamiento, el deseo o las emociones. Cada mundo regido por un Dios, por su Espíritu o Naturaleza, que le confiere las vivencias y lo que se manifiesta en ellos. En número infinito.

          Los Infinitos Budas, que son el Espíritu y Naturaleza de los Infinitos Universos, y el Buda del Budismo Supremo, el Buda Absoluto. Todos los Budas en mayor o menor grado lo que manifiestan en su Universo es su Naturaleza de Vacío, con unos atributos o leyes que establecen la manera de cómo se percibe la Vida en ese Universo.

          Cada Individualidad, independientemente de su tamaño y naturaleza, es su propio Universo, lleno de Infinitos Mundos, en los cuales en todos y cada uno de ellos, tomados como individualidad, se manifiesta Buda en su Naturaleza de Vacío.

          Podemos vivir y existir en la infinitud de cada ahora, en todos esos mundos: Ira, miedo, amor, hambre, deseo, felicidad, sufrimiento, todos esos mundos viven en nosotros, en nuestra Naturaleza de Buda, en el Vacío que es nuestra Naturaleza.

          Mientras todas las religiones en algún momento, participaron de ese concepto de un Dios Absoluto, de un Dios cuya Naturaleza era Vacío, cuando el bien y el mal eran Uno, antes de que cayese el Ángel Luzbel, cuando en los Sutras nos hablan del Vacío como única Naturaleza de Buda, nos hablan de un concepto anterior y más amplio del que es entendido en nuestros días: de Una Entidad Absoluta, que maneja o ayuda a su Creación, que siente furia ante el mal, que se enfada con sus hijos, que los premia o concede deseos, que es el único que puede salvar su Universo.

          Antes de que pueda haber un Dios, un Mundo, un Universo, un Buda, tiene que existir un Vacío que lo quiera alojar, recibir, aceptar ser ocupado por Él.

          Esa es la Naturaleza de Buda, del Buda cuya Naturaleza está en cuantas individualidades se manifiestan. Siendo cada una de ellas un Universo en sí misma, donde conviven en los mundos que se manifiestan en cada ahora, todos los Dioses del Budismo.

          Al igual que Buda el de la Gran Compasión, Dios el del Amor, es el Vacío que acoge Todo indiscriminadamente. Fuera de deseo, discriminación, propósito o cambio.

          Somos los Universos en su Absolutez y siendo Únicos, los que creamos los Mundos de los Dioses, los que creamos nuestros propio Universo, que al igual que los de los Sutras, vienen en la Eternidad del Ahora.

          Cada ahora de nuestras vidas es un infinito, donde se manifiesta todo el nacer y morir de los infinitos mundos de nuestro Universo, donde no hay en realidad una entidad permanente y eterna, donde no puede haber un ego al no existir la entidad, donde solamente Nuestra Naturaleza, está creando lo que se manifiesta en Sí Misma, por ser Vacío.