A veces es complicado saber el significado
de “difícil”, cada uno la usamos con distintas implicaciones y significados.
Para mí es difícil ir a la luna, pero no
para Neil Armstrong. Veíamos complicado volar, si no que le pregunten a Ícaro, con
medio cuerpo roto en un mal aterrizaje. Muchas de las cosas imposibles se han hecho
posibles.
Todo lo que no sabemos en general es difícil
para nosotros, hasta que lo aprendemos. Hoy parece imposible que podamos un día
ir al sol, pero entraría dentro de lo posible, bien por evolución convirtiéndonos
en seres más etéreos, pudiendo vivir en esas temperaturas y condiciones y poder
viajar mentalmente donde queramos, o bien por el avance de la tecnología.
Esta mañana hablaba de las dificultades
para ver a Dios o a la Vida, en su realidad, no en su manifestación o reflejo. Ir
al Sol es algo posible, lo que no es posible es que veamos a Dios o a la Vida
en su realidad.
Si me preguntasen cuál es el sitio más
complicado o difícil de ir, al que fuese imposible hacerlo, incluso dándome todos
los Universos para elegir, sin dudar respondería que el único sitio al que
nunca podremos ir es a donde estamos, al Aquí. Es el mismo razonamiento que el
de ver a Dios o a la Vida.
No podemos ir a donde estamos, no podemos
vernos o percibir la realidad de lo que somos.
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