Finalmente, he
decidido buscar en Internet algo acerca de lo que recordaba de la época en la
que Cataluña o mejor dicho sus políticos, decidieron pertenecer a Francia. Originó
una guerra en la que algunas zonas fueron casi inmediatamente recuperadas,
gracias a los ciudadanos, que hicieron lo posible para que esta cacicada no
fuese posible.
La mayoría
de estos políticos, que decidieron dicha traición al reino que pertenecían,
para integrarse al Reino de Francia, prometiendo vasallaje, no se sabe a cambio
de qué, pero un político no suele cometer traición a cambio de nada, son los
grandes patriotas que son homenajeados en las fiestas independentistas.
Son los
traidores que perdieron parte de Cataluña, que no pudo ser rescatada tras años
de sangrientas guerras, grandes pérdidas de vidas, caudales y dignidad. El resultado
es, que se tuvieron que hacer franceses, olvidar su lengua que fue prohibida, y
no sé, si fueron los que quisieron exterminar en el Sur o es de una época
anterior. Vigilados, con aumento de impuestos hasta casi pasar necesidades,
ciudadanos de segunda entre el pueblo francés, son las consecuencias de una
traición, de la que tuvieron que ser sacados los ciudadanos de Cataluña. Son
los héroes independentistas, que vendieron la independencia, para hacer franceses
a los españoles de Cataluña.
Al igual
que España nos roba que ha hecho “muchimillonaria” a la familia del patriotismo
catalán, junto con algunos políticos y defensores de la independencia, en la
cual ellos serán los salvadores y pastores del pueblo, no tolerando que nadie
piense diferente, si no quiere ser excluido del bienestar y la libertad, que
ellos darán e impondrán al pueblo, decretando por su bien que tienen que ser
felices, bajo pena de cárcel.
En 1640, la “revolta dels segadors”, la
“invasió castellana” o el “Corpus de sang” es la traición de los políticos
catalanes al pueblo de Cataluña. El catalanismo conmemora cada 7 de noviembre la entrega del pueblo catalán, a
ser súbditos de Francia1659. Con pérdidas territoriales españolas en favor del
rey francés, territorio catalán que no pudo ser rescatado, el Rosellón y parte
de la Cerdaña, que habían sido cedidas o vendidas previamente, junto con el
resto de Cataluña por las propias autoridades catalanas de la época al rey
francés.
No
conformes con la venta de Cataluña, cuando se decidió recuperar el territorio,
los políticos negaron su ayuda, siendo el pueblo el que sí ayudó.
Las
protestas que sí hubo, fueron debido a la gran cantidad de tropas que hubo que
acantonar en las zonas rescatadas, procedentes de varios países, que todos
sabemos cual puede ser su comportamiento, especialmente cuando en gran número,
en situación de guerra, lejos de sus familias, los excesos son seguros, podemos
imaginar que en aquellos tiempos serían incluso peores que en nuestro tiempo, o
en lo que más conocemos. Violaciones, robos, invasión de los campos de cultivo y el
pillaje, con las consiguientes protestas y reclamaciones del pueblo y de los
campesinos. Los políticos y poderes, solamente mirando quién podría ganar y
situándose para pillar cacho.
Negando
toda ayuda a España, tanto económica, como de alimentos o soldados, pensando
que el rey francés ganaría, le ofrecieron el título de Conde de Barcelona, por
medio de uno de los grandes héroes del independentismo catalán Pau Clarís, que
traicionando al pueblo catalán, les convertiría no en personas libres sino
vasallos de un rey al que no conocían.
Los campesinos, los segadors, hartos de la
situación, en la que unos y otros les maltrataban y robaban, se rebeló,
probablemente contra los traidores que les habían vendido a Francia y habían
originado una guerra para ser rescatados, pues Francia les prohibiría la
lengua, subiría sus impuestos y era la incertidumbre, pues sabían lo que tenían
con España.
En lo que he leído, el grito de guerra dels
segadors, fue: “Visca el rei d’Espanya y moren els traidors!”, algo que los
amantes de la verdad nacionalista e independentista, de la política catalana, supongo
no estarán de acuerdo. Todos sabemos dónde está el dinero que robaba España, y
parece que las cartillas son de políticos y sus amigos, procedentes y pertenecientes
como ciudadanos a Cataluña.
Los contemporáneos de Clarís le consideraron
por ello un traidor y muchas de las principales ciudades catalanas se
enfrentaron a la invasión francesa, rechazando el cambio de soberanía. El
arzobispo de París, Pedro de Marca, que fue enviado por el rey francés a
Cataluña en 1643, informó a su monarca: “En Cataluña todo el mundo tiene mala
voluntad para Francia e inclinación por España.”
El odio y mala fe que tenía toda España y su
rey Felipe IV contra Cataluña puede apreciarse en lo que se promulgó al terminar
la guerra, el perdón de todo a todos, sin tocar los fueros y olvido de las deslealtades
cometidas:
“Todos los excesos cometidos desde 1640
hasta el día de hoy, sin exceptuar persona, ni delito de cualquier género,
condición o calidad, aunque de crimen de lesa majestad.”
En Francia
fueron quitados los fueros y prohibidos el catalán, que ha sido la única ley
que lo ha prohibido en la historia.
No pienso que sea la
totalidad de la verdad, pero casi seguro que al menos, es más cercana a ella
que la que adoctrinan los Independentistas, que necesitan inculcársela a los
niños, porque probablemente una persona adulta y capaz de pensar, podría
encontrar algo de la verdad, no ya en España, sino en los documentos de la época
en Francia.
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