No llego a imaginar, cómo sería la vida,
nuestra convivencia, nuestras sociedades, solamente respetándonos a nosotros
mismos.
Si nos respetamos, seriamos sinceros en
cuanto a lo que somos, diciendo, reconociendo y aceptando la responsabilidad de
cómo nos manifestamos.
Pero no habría respeto hacia nosotros
mismos, si no somos capaces de respetar a los demás.
No, no evitaría: los conflictos, los
desacuerdos y habría problemas.
Pero siendo respetuosos con nosotros
mismos, nuestra dignidad nos impediría engañarnos.
Si no nos engañamos a nosotros mismos,
por dignidad, podríamos reconocer nuestros por qué, nuestras acciones, que podrían
ser solucionadas con un diálogo, en la mayoría de las ocasiones.
Creemos que nuestros conflictos nacen de
lo que hacen los demás, su falta de respeto y dignidad, sus ambiciones. Creo, que
todavía no soy consciente, que eso es precisamente lo que los demás (que son
muchos), piensan de mí.
Amaos los unos a los otros, pero sobre
todo amaros y respetaros a vosotros mismos.
No será un Paraíso, pero sería una
sociedad y convivencia: Humana.
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